De arreglar coches y mariscar a actuar en series de Netflix y Amazon: «Eu crieime entre desguaces»
BARBANZA
El outiense Dani Rama es un actor casi autodidacta al que las grandes productoras suelen escoger no solo por su talento, sino por el toque especial que le aportan los tatuajes que le cubren la piel
05 nov 2023 . Actualizado a las 14:53 h.Tiene la piel cubierta de tatuajes y una mirada enigmática. Quizás por eso es que lo quieren para los papeles de chico malo de plataformas tan grandes como Netflix y Amazon Prime Vídeo. Pero la formación de Dani Rama poco tiene que ver con la actuación, pues hasta hace solo unos meses se dedicaba a arreglar coches en un taller y a coger marisco durante los meses de campaña.
Sin que nadie le dijese qué hacer ni cómo era ponerse delante de una cámara, el outiense hace años que se lanzó al mundo cinematográfico haciendo audiciones y aprendiendo la profesión sobre el terreno: «A miña primeira peli foi unha de Almodóvar», recuerda.
Cuenta que fue durante la grabación de La mala educación cuando se dio cuenta de que lo suyo era ser actor, aunque era consciente de que no podía dejar de trabajar para perseguir su arriesgado sueño: «Eu crieime entre desguaces, pasei así a miña infancia, foi despois cando descubrín que me gustaba».
El chico malo
Por su apariencia, pues sobre su piel se pueden apreciar gran cantidad de tatuajes, los personajes a los que da vida suelen estar vinculados el mundo del crimen o del narcotráfico. En una de las últimas grabaciones en las que ha participado, la de la tercera temporada de la serie Operación marea negra, convive en una cárcel con otro preso, interpretado por Óscar Jaenara: «Teño estado cun montón de actores famosos e a verdade é que moi ben, xente moi agradable»
Piensa que una de las grandes diferencias entre ver el producto acabado y participar en su creación es saber todos los entresijos que se dan entre bambalinas, ver cómo se montan los decorados y cuánto dinero se invierte en las series y películas: «Todo parece real na pantalla, é unha pasada ver como preparan os diferentes escenarios con cartón pedra, cambian totalmente o sitio onde están filmando».
El barbanzano, que ha formado parte del reparto de producciones como El caso asunta o Clanes, admite que se nota mucho cuando hay gran cantidad de recursos para llevar a cabo el proyecto. «Hai moita xente detrás das cámaras, é unha loucura, é unha industria que xera un montón de postos de traballo».
Un nuevo porvenir
A Rama no le da miedo imaginar un futuro rodeado de focos y claquetas con números dibujados con tiza blanca, por eso ha decidido dejar su trabajo en el taller y centrarse al 100 % en sus cursos de actuación: «O primeiro que aprendes é a poñerte diante das cámaras e ser capaz de levar a cabo a escena sen mirar para elas, pero agora quero profesionalizarme e intentar facerme un oco».
Cuando se le pregunta por aquellos proyectos en los que querría participar, no lo duda ni un solo momento. Responde que le gustaría formar parte del equipo de actores de las series La que se avecina y El pueblo para hacer reír a través de la pequeña pantalla: «Non son destes que se conforman con quedar estancado».
A pesar de haber nacido en la parroquia de Ponte Nafonso, no se cierra fronteras y asevera que no le temblaría el pulso por mudarse a otra comunidad autónoma en busca de mejores oportunidades laborales, pero como él mismo señala: «Sería incapaz de deixar á miña filla atrás, por iso non o fago».
La pequeña Celtia, de 9 años, es una inspiración, una bomba de oxígeno para el barbanzano, que se esfuerza en ser un ejemplo para ella. «Non é porque sexa miña, pero a rapaza é preciosa, a min gustaríame moito que seguise os meus pasos, pero ten que ser ela quen decida o que quere ser de maior», admite con una sonrisa.