Efusividad futbolera

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

Dani Olmo anota el primer gol del España - Alemania.
Dani Olmo anota el primer gol del España - Alemania. Kai Pfaffenbach | REUTERS

Hace unos días se hizo viral la reacción de un seguidor de la selección española de fútbol, que finalmente resultó ser alemán, celebrando de forma desmedida un gol de nuestro combinado precisamente ante Alemania

12 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No sé si nuestro modelo de vida limita, presiona o condiciona la canalización ordenada de nuestras emociones y reacciones cotidianas. O si la vorágine en la que nos desenvolvemos a diario hace que se acumulen las mismas para que, cuando al fin salen, lo hagan a borbotones. Pero aún así —o por ello— es digna de estudio la desmesurada euforia que provocan en muchos los deportes de masas, especialmente el fútbol.

Hace unos días se hizo viral la reacción de un seguidor de la selección española de fútbol, que finalmente resultó ser alemán, celebrando de forma desmedida un gol de nuestro combinado precisamente ante Alemania. Lo hizo entre muchos seguidores alemanes que, por suerte para él, ni se inmutaron.

Por ese acto heroico, la selección española le invitó al partido de semifinales ante Francia. Triste pero cierto, porque el comportamiento del ínclito protagonista produce, cuando menos, perplejidad. No deja de ser una persona totalmente fuera de sí por una cuestión tan simple como un gol.

Y preocupación. Alguien que se altera hasta semejante punto es, a todas luces, impredecible. Sin olvidar la provocación que supone, aún siendo alemán, tan desmedida reacción entre los aficionados del equipo contrario; que en ese momento se suponen abatidos o dolidos.

La selección española, con su premio a tan poco edificante conducta, siembra los vientos que después nos traerán hechos como los acaecidos en el partido entre Colombia y Uruguay hace unos días, en la Copa América. Y otros más trágicos que manchan la historia de este deporte que, con demasiada frecuencia, se convierte en deporte para borregos radicales.