Hermo, treinta años iluminando A Pobra: «O meu traballo acaba enganchando»

María López García
María López RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Juan Manuel Hermo.
Juan Manuel Hermo. ELENA FERNÁNDEZ

Aunque siempre huyó de los focos, el jefe de Electricidad del Concello se jubiló con una multitudinaria comida sorpresa

03 ene 2025 . Actualizado a las 14:28 h.

Juan Manuel Hermo es una persona tímida que siempre ha intentado huir de cualquier protagonismo. «Andei toda a vida de discreto, pero agora vese que non o conseguín», sonríe. El responsable de Mantemento Eléctrico del Concello de A Pobra se jubiló el 12 de diciembre con 67 años y el pasado fin de semana más de un centenar de compañeros, familiares y amigos le rindieron un caluroso homenaje con una comida sorpresa en A Torre de Xunqueiras. La concejala Estefanía Ramos ejerció de perfecta maestra de ceremonias.

Hermo confiesa que sabía que algo le iban a organizar a modo de despedida porque «cando hai tanta xente implicada, é difícil gardar o segredo». Pero no se esperaba semejante poder de convocatoria: «Sentinme un pouco desbordado. Entendo que viñeran compañeiros de traballo pero outras asistencias sorprendéronme moito. A primeira foi a de meus netos, miñas fillas e meus irmáns. Tamén a de membros de equipos de goberno anteriores e xente de fóra, como Gerardo e Loli de Suministros Barbanza».

Así, no faltaron a la cita ediles de los gobiernos de Ramón Rego (PSOE) e Isaac Maceiras (PP), como Manuel Teira, Toño Moure, Manuel Fontao, Andrés Millán y el propio Maceiras. Tampoco de la etapa de Xosé Lois Piñeiro (Nós Pobra), como el exregidor, Charo Varela, Genoveva Hermo o Miguel Alamancos. El ejecutivo actual, liderado por José Carlos Vidal, acudió al completo.

La presencia de esta amplia amalgama de colores políticos demuestra que Juan Manuel Hermo es una persona afable que ha encajado en gobiernos de diversa ideología. «Tiven boa relación con todos», admite.

ELENA FERNÁNDEZ

No obstante, no todo fue un camino de rosas, pues hubo épocas complicadas. «Houbo tempos de moitas instalacións eléctricas e fíxose o museo. O traballo non era cómodo, pois sempre andaba bastante apurado e con estrés, pero é un oficio que acaba enganchando; é unha labor interesante que a maioría dos cidadáns saben recoñecer», declara el homenajeado.

Medio pueblo tiene su teléfono

Hermo es una persona muy conocida en A Pobra. Su trato cercano y amabilidad es tal que los vecinos no dudaban en llamarlo cuando estaban en algún apuro relacionado con el alumbrado público: «Mira, que aquí estamos sen luz e teño que ir para traballar», le manifestó una vez un residente de Santa Cruz.

Y como esa, tantas otras veces. «Chamábame xente que eu non coñecía. Ao levar tantos anos, medio pobo tiña o meu teléfono, tíñanme moi de man e sénteste responsable e obrigado a non defraudar», comenta el comprometido electricista.

Su relación con el Concello de A Pobra comenzó hace unos treinta años, cuando era autónomo y tenía su propio taller en un bajo de O Lagar. Empezó en la etapa de Ramón Rego desempeñando trabajos puntuales y cuando Maceiras llegó a la alcaldía sacó el mantenimiento eléctrico a concurso, resultando ganadora la empresa de Hermo. Posteriormente inició las negociaciones para convertirse en empleado municipal, una condición que ostentó en los últimos catorce años.

Un electricista autodidacta que estudiará ahora que tiene tiempo

Juan Manuel Hermo no ha pasado a la reserva disgustado. Reconoce que sin duda es un cambio muy drástico pero ya tiene varios proyectos en mente para ocupar el tiempo libre que le brinda la jubilación: «Teño moitas cousas pendentes de facer e unha delas é rematar de estudar». Concretamente quiere formarse en programación de autómatas y elegirá una modalidad a distancia para ello.

Se define como un electricista «moi autodidacta», pues prácticamente todo lo que sabe lo aprendió por sí mismo. «Eu estudei por correspondencia e saquei o carné de instalador. Tamén o FP1 pero xa con vinte e pico anos», añade Hermo, que se ha jubilado por todo lo alto contra su pronóstico.