¿Qué te puedo prometer yo?

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

Sam Navarro | REUTERS

Volk lo sabía, el amor de un padre es más grande que cualquier ring

17 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Este pasado domingo, a las 6 de la mañana, Alexander Volkanovski volvía a ganar el cinturón de peso pluma en la UFC. Volk, al que tras perder contra Islam y Topuria llamaban anciano y acabado, recuperaba el número uno en un combate durísimo contra Diego Lopes. Al acabar el combate y mientras cambiaba el pañal a mi hija, escuchaba la rueda de prensa del viejo peleador australiano. Decía: «Gané para demostrar que se puede volver de la derrota, y sobre todo gané porque se lo prometí a mis hijas».

¡Pam! Me dio justo en el corazón, solo es la historia más vieja del mundo, arquetípica. La historia de Rocky Balboa o Juana de Arco, regresar porque lo prometiste cuando nadie daba un duro por ti. Ahora que soy padre las promesas alcanzan una nueva dimensión para mí, por eso ahora prometo mucho menos que antes. No podría hacer lo que hizo Volk, no puedo prometer a mi hija que ganaré el cinturón de la UFC de peso pluma, ni siquiera puedo prometerle que pueda entrar en esa categoría de peso sin amputarme una pierna.

¿Qué te puedo prometer yo, Sofía? Que tengo el corazón más blando que este pañal cambiado. Te prometo bailes ridículos en el salón y empujar el columpio hasta que se me cansen las manos. Te prometo historias y abrazos de repuesto. Te prometo canciones inventadas, ver contigo las peores pelis de la historia, que no falten las pizzas, quererte siempre. Poca cosa te prometo, hija, pero ese poco es mi todo, mi cinturón de la UFC. No te puedo prometer ganar, pero sí pelear cada día.

Volk lo sabía, el amor de un padre es más grande que cualquier ring.