Procesiones exprés alivian el desánimo de los barbanzanos en esta lluviosa Semana Santa

María López García
María López RIBEIRA

BARBANZA

En Porto do Son y Rianxo pudieron desfilar los pasos por las calles, pero con recorridos más cortos; en otros municipios los actos continuaron a cubierto

19 abr 2025 . Actualizado a las 18:54 h.

La Semana Santa ha transcurrido un tanto descafeinada a consecuencia de las malas condiciones meteorológicas. La mayoría de los actos religiosos se han tenido que celebrar en el interior de las iglesias, aunque ayer por la noche la lluvia dio una tregua para que pudiesen salir algunas procesiones. Es el caso de Rianxo y Porto do Son, donde los pasos desfilaron por las calles, si bien con recorridos mucho más cortos de lo habitual debido a la inestabilidad del tiempo.

En la parroquia rianxeira de Santa Columba, la procesión del Santo Entierro comenzó a las diez de la noche, tal y como estaba programado. «Cuando salimos no llovía, pero a los 100 o 200 metros comenzó a caer una lluvia menuda y ya decidimos acortar el recorrido», comenta el cura, Marcelino Sánchez Somoza. Después de que todos los anteriores actos tuviesen que celebrarse a cubierto, «la gente quedó muy contenta» de poder salir.

La procesión del Viernes Santo en Rianxo salió e hizo un recorrido más corto de lo habitual
La procesión del Viernes Santo en Rianxo salió e hizo un recorrido más corto de lo habitual

Con anterioridad a la procesión, en Rianxo, como en la mayoría de concellos de la zona, se celebró el Desenclavo, en este caso oficiado por el sacerdote paúl José Ignacio Caamaño, rianxeiro destinado en Madrid que estos días se encuentra en su municipio natal.

En Porto do Son los organizadores estaban muy pendientes del tiempo, con la esperanza de poder celebrar la multitudinaria procesión de la Virgen de la Soledad. Fue anoche a las 23.00 horas. «Aprovechamos una pequeña tregua y salimos, con un recorrido más corto, por el centro del pueblo», apunta Juan Pérez Pouso, de la Cofradía da Paixón do Noso Señor.

Así, los fieles salieron de la capilla de Atalaia y descendieron por el Camiño Novo hasta la plaza de España, donde los asistentes honraron a la Virgen cantándole Lamento de amargura, con el acompañamiento musical de la Banda. Al terminar, la comitiva continuó por Rosalía de Castro y por la Rua da Roda para regresar de nuevo al tempo. «A los diez minutos de recogernos, empezó a jarrear», suspira Pérez Pouso.

En Noia todas las actividades programadas para Jueves y Viernes Santo tuvieron que transcurrir a cubierto. Por el momento han podido salir cuatro de las ocho procesiones previstas: la del Viernes de Dolores, las dos del Domingo de Ramos y la del miércoles.«La de ayer estaba prevista para las 21.00 horas pero ya decidimos desconvocar porque llovía», indica el párroco, José Ortoño.

Iglesia cerrada por obras en A Pobra

En la parroquia de Santiago do Deán de A Pobra, los actos litúrgicos de esta Semana Santa se están celebrando en una carpa porque la iglesia está cerrada por obras. Allí tuvo lugar ayer el Desenclavo y acto seguido la procesión no pudo salir pero los devotos llevaron a la Virgen desde la carpa hasta el templo con un pequeño recorrido por la calle aprovechando un escampo.

En lo que respecta a Ribeira, hoy concluye la programación religiosa de Semana Santa con la vigilia y el cordero pascual de esta noche. «Hemos tenido que hacer todo en interior», lamenta el párroco, Alfonso Mera. Ayer estuvieron esperando hasta última hora con la esperanza de que pudiese salir la procesión del Santo Entierro, pero no pudo ser. Así, la Banda Eduardo Pondal de Ponteceso tocó las piezas musicales en el interior de la iglesia.