



















El auditorio de Ribeira dio cabida a un emotivo homenaje al parataekuondista
07 jun 2025 . Actualizado a las 20:35 h.Cualquier deportista de élite sueña con una despedida arropado por los suyos, rodeado de sus trofeos y sintiendo el cariño de la gente. Y eso es precisamente lo que ha tenido Álex Vidal en su adiós a la élite del taekuondo, un homenaje por todo lo alto en un auditorio de Ribeira lleno hasta la bandera y plagado de sorpresas y, sobre todo, mucha emoción.
Porque decir adiós a más de tres lustros en la alta competición no es fácil, y porque en una trayectoria tan larga no todo son alegrías. De las lesiones, del paso por los Juegos Paralímpicos de Tokio, de los momentos cruciales de su carrera o del apoyo de su familia habló largo y tendido Vidal en un coloquio con los presentadores de una gala que nadie quiso perderse. Por el escenario del auditorio desfilaron Roberto García en representación de la Xunta; Juan Carlos Eiriz, presidente de la Federación Galega de Taekuondo; Juan Luis Martínez, director deportivo del Natural Sport; y el alcalde de Ribeira, Luis Pérez, que en sus intervenciones destacaron los logros deportivos y personales de Vidal.
Y es que, como se dijo en el homenaje, la suya es una vida de película digna de ser filmada, como efectivamente lo fue en el cortometraje Inefable, que se exhibió durante el acto. Se proyectó otro vídeo, este con mensajes dirigidos al homenajeado por parte de compañeros del equipo olímpico, el presidente de la federación nacional o Emilio Butragueño, entre otros.
Uno de los momentos más emotivos fue justo al inicio del acto, cuando las jóvenes promesas del taekuondo hicieron un pasillo para que Álex Vidal desfilase ante ellos como el gran campeón que es.