
Deja avanzadas las gestiones para crear una fundación que custodie y difunda la obra de su marido
24 jun 2025 . Actualizado a las 15:51 h.Lucía Rivas Regueira, la que fue compañera de vida del artista Manuel Ayaso, falleció este domingo en Ribeira, a los 84 años de edad. Pese a que residió junto al pintor durante varias décadas en Estados Unidos, siempre mantuvo un fuerte vínculo con su tierra natal, que se estrechó tras el regreso de la pareja a su casa, a finales de los 90. En el 2023, cuando se quedó viuda, emprendió las gestiones para crear una fundación que se encargara de custodiar y difundir la obra de su marido, un objetivo que deja a medias.
Por amor, Lucía Rivas dejó Ribeira cuando era joven, para cruzar el charco junto a Manuel Ayaso. Él había emigrado con solo 13 años y la conoció en un viaje que hizo con su padre en 1959. Tras contraer matrimonio, la pareja se estableció en Estados Unidos, donde él se consagró como pintor, con singulares obras en las que reflejaba la muerte, la religión y una esperpéntica fauna marina. Ella desarrolló su faceta profesional ejerciendo como funcionaria en el ámbito judicial. En América nacieron sus dos hijos, José Luciano, que falleció, y Mónica.
Durante su condición de emigrados, Lucía y Manuel viajaron periódicamente a Ribeira, hasta que se produjo el retorno definitivo. A partir de entonces, mientras él se ganaba aquí el reconocimiento como artista que había logrado con anterioridad en Estados Unidos, ella lo acompañaba en su travesía, al tiempo que colaboraba estrechamente con la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer y el colectivo Francisco Lorenzo Mariño de Aguiño, tierra por la que, al igual que su marido, sentía auténtica adoración.
En mayo del 2023, tras el fallecimiento de Manuel Ayaso, Lucía Rivas sumó un nuevo objetivo a su causa: difundir el legado de su marido. De hecho, avanzó gestiones para la creación de una fundación con el Ayuntamiento y con el Museo do Gravado de Artes, a los que cedió parte de la obra del pintor.
De forma paralela, siguió aportando su grano de arena a diversas causas solidarias. Una de las últimas consistió en la donación de tres cuadros de Ayaso a una subasta que organizó el Concello de Brión para ayudar a un artista de Valencia que perdió todos sus bienes en la trágica dana. Su entorno la recordará siempre por su dulzura y por su disposición a ayudar a los demás.
Los restos mortales de Lucía Rivas se encuentran en el Tanatorio Crematorio do Barbanza, aunque por expreso deseo de ella, no se admite duelo. Tampoco es posible enviar flores, pero quienes deseen honrar su memoria puede realizar una donación a la Asociación Contra el Cáncer de Ribeira.