Agua y más agua para los enfervorizados devotos de los San Juerguines

M. López RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Una marea humana armada con todo tipo de artilugios para mojar al prójimo protagonizó la jornada más desenfada de las fiestas del Carme dos Pincheiros

16 ago 2025 . Actualizado a las 20:34 h.

La mañana amaneció gris en la orilla norte de la ría de Arousa, para desilusión de los cientos de personas que ya tenían el uniforme preparado para un nuevo sábado de las fiestas del Carme dos Pincheiros. La camiseta blanca, la pañoleta azul, el bañador y la pistola de agua. Todo a punto para participar un año más en los San Juerguines. Pero las nubes parecían una amenaza para la diversión... Hasta que la niebla empezó a levantar y la marea humana de devotos de la cita más gamberra de A Pobra pudo celebrar su particular procesión por las calles de la villa al grito de «¡Agua! ¡Agua!».

Y el agua no faltó, ni por parte de la organización, que este año amplió los puntos desde los que lanzaba el líquido elemento a la muchedumbre, ni por parte de los asistentes, que acudieron a la cita preparados con pistolas de agua, cubos, garrafas y todo tipo de artilugios para mojar al prójimo. Hasta hubo quien llevaba munición de reserva en bidones, por aquello de no quedarse a secas en medio del trajín.

Una tradición más es que el inicio del recorrido por las calles de A Pobra se retrase, y este año no fue una excepción. Aunque muchos aprovecharon para ir calentando motores a base de calderazos mientras la plaza Alcalde Segundo Durán se iba llenado de gente.

Todas las edades

A las 17.00, y con el mercurio marcando los 28 grados, temperatura ideal para el baño de agua fría que iban a darse los asistentes, comenzó el desfile. Una marea humana de personas de todas las edades, desde niños pequeños con sus padres a jóvenes y adolescentes con sus propias pandillas de amigos, dio rienda suelta al diluvio.

A su paso por la carretera comarcal todos pedían agua al unísono, y desde ventanas y balcones los vecinos respondían a sus deseos con mangueras o lanzando cubos de agua. Por si con esto no fuera suficiente, personal de Protección Civil permanecía apostado en diferentes puntos del recorrido para contribuir al chaparrón. Especialmente aplaudido es siempre el paso junto al camión cisterna que se sitúa junto a la casa consistorial y que moja sin piedad a quien se acerque. Y aun así, la gente seguía gritando pidiendo agua.

La comitiva siguió por Cristo de O Pichón para llegar a Os Areos, donde se pone el punto y seguido a los San Juerguines con un baño en el mar. La fiesta continuó luego, una vez secos, con la Olimpiada Pincheira, que este año prometía novedades con nuevos juegos, y música.