Las pasarelas destrozadas convierten la senda del Tambre en una peligrosa trampa

BARBANZA
























Pese a los graves accidente registrados en la zona siguen sin tomarse medidas
26 sep 2025 . Actualizado a las 09:46 h.Se cuentan por decenas las publicaciones en internet, en páginas especializadas en senderismo, blogs de viajes e incluso webs de organismos oficiales, que promocionan la senda del Tambre que parte de la central hidroeléctrica. El recorrido por un entorno como el cauce del río tiene, efectivamente, muchos elementos de los que presumir, sin embargo, su deficiente estado de mantenimiento desluce el marco natural en el que se enclava. Hay un punto especialmente crítico: las pasarelas de madera colocadas en su día para salvar una zona de roca que desciende hasta el río están destrozadas, convirtiendo el paseo en una trampa.
No es la primera vez que se producen accidentes graves en el sendero, uno de ellos de consecuencias fatales, y quienes conocen la zona lo saben bien: «Que calzado levades? Ide con coidado por aí, a pasarela está rota e esvárase, é perigoso», advierte un hombre en el inicio de la ruta. Un pescador que se dispone a lanzar la caña también conoce los riesgos de la senda: «Ata as pasarelas vaise ben, despois xa se complica».
El primer tramo de la ruta, un camino llano con ancho suficiente no tiene mayor dificultad; al pasar el refugio de pescadores que hay en la zona empieza a estrecharse, y el firme de tierra da paso a zonas pedregosas en las que hay que andar atento para no tropezar; y se llega a las plataformas de madera, absolutamente impracticables, a pesar de ser muy utilizadas.
Muy transitada
La zona es muy frecuentada, por personas que acuden a dar un paseo en tardes soleadas de domingo, por aficionados al senderismo y por deportistas que cruzan el sendero para llegar a las zonas de escalada existentes a orillas del Tambre. A pesar de eso, las pasarelas han ido deteriorándose gradualmente hasta estar completamente destrozadas, con tablones sueltos y otros rotos, donde los hay, porque en buena parte del trazado han desaparecido.
Estas estructuras se colocaron para salvar una pared por la que cae el agua y que tiene un gran desnivel que va a parar directamente al río, por lo que la ausencia de barandillas de seguridad añade peligrosidad a la zona. En algunos puntos incluso es recomendable evitar la plataforma y caminar por la roca, pero extremando las precauciones porque de trata de una zona con mucha humedad es la que es fácil resbalarse.
Amplio historial
Superado este punto crítico la senda sigue avanzando hacia la Devesa de Nimo, un lugar con un amplio historial de accidentes por tratarse de una zona en la que se acumulan el limo y la humedad que hacen muy resbaladizo el camino y existen grandes desniveles. En el 2021 falleció una mujer en ese mismo lugar, y unas semanas más tarde otro hombre estuvo a punto de correr la misma suerte. En ambos casos, se repitió la queja de que la peligrosidad de la zona no está debidamente señalizada y que no hay ningún elemento de seguridad, como cuerdas para agarrarse o barandillas. Pese a la gravedad de estos y otros incidentes en la zona, no se tomaron medidas efectivas.
La ruta se promociona en diversas páginas webs, también de la Administración, y, aunque se establecen tres niveles de dificultad en función de la orografía del terreno, salta a la vista que el mantenimiento de la senda no es el que debería. No está del todo claro a quién compete su conservación, en el pasado incluso se dijo que podría ser responsabilidad de la compañía que tiene la concesión de la central eléctrica, pero se ha confirmado que no es así. Por lo tanto, la pelota está en el tejado de las Administraciones. De hecho, así lo hizo constar el TSXG en la reciente sentencia sobre el accidente mortal registrado en la zona.
Aunque el fallo eximió tanto a la Xunta de Galicia como al Concello de Noia de la obligación de indemnizar a la familia de la fallecida, tal y como reclamaban, ya advertía de que comenzaba a evidenciarse que había que actuar en la zona para paliar los riesgos y, de no hacerlo, en el futuro sí podría responsabilizarse a las Administraciones en caso de nuevos accidentes en la senda del Tambre.