La gran transformación del centro de mayores de A Pobra: «Isto quedou mellor ca un hotel»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

A POBRA DO CARAMIÑAL

Es el primero de Galicia que estrena el diseño del nuevo modelo residencial tras someterse a un intenso lavado de cara que busca crear espacios más acogedores

01 feb 2024 . Actualizado a las 16:43 h.

Es la casa donde pasan casi todo el día, allí comen, se entretienen y descansan; y, como cualquier vivienda, también tiene que adaptarse a los tiempos, apostando por estancias más amplias, luminosas y acogedoras. Esa es la filosofía del nuevo modelo residencial que la Consellería de Política Social quiere implantar en todos sus centros de mayores y que acaba de ponerse en práctica en A Pobra, que empezó el año estrenando unas remodeladas instalaciones.

Esta residencia fue de las primeras en abrir sus puertas en la comarca y también en Galicia hace más de cuarenta años, por lo que fue preciso primero transformar su exterior —con nuevos revestimientos aislantes, cambio de ventanas y carpintería de aluminio—; y luego el interior, cuyas obras finalizaron hace apenas unas semanas, y estos días todavía se daban los últimos retoques. Según explicó el director, Antón Brey, esta segunda fase fue un poco compleja porque se hizo con los residentes dentro del inmueble, y hubo que ir desarrollándola de forma secuencial por plantas, pero el resultado es un cambio radical. «Isto quedou mellor ca un hotel», reconocían algunos usuarios, que se han adaptado perfectamente al nuevo inmueble.

«Houbo un gran traballo de coordinación porque o nivel de reforma era moi grande, tendo en conta que se facía con xente dentro. A parte boa era que os residentes ían vendo pouco a pouco os resultados e iso axudaba a levalo mellor», señala Jorge Álvarez, portavoz del estudio Terceroderecha Arquitectura. El resultado es un inmueble moderno, donde se hace fuerte el estilo nórdico con paredes blancas y paneles de madera clara, y la luz se convierte en la gran protagonista.

 Tirar tabiques

Para ello, como apunta el constructor José Palos, se tiraron tabiques, ampliaron pasillos y abrieron nuevas ventanas para ofrecer estancias más acogedoras y crear espacios comunes para fomentar la convivencia. «Antes toda a vida se desenvolvía na planta baixa, pero agora hai espazos comúns en todos pisos, para que lean, fagan actividades ou vexan a tele», apunta Brey, que también señala que esta reforma ha servido para crear nuevos espacios de almacenamiento, así como un Office que quieren que se convierta en punto de encuentro para los residentes y sus familias.

Un rincón-mirador para hacer ejercicio con vistas al mar, una pequeña biblioteca o un luminoso comedor son otros de los atractivos de este centro de la tercera edad, en el que residen 26 mayores —todos válidos e independientes—. «Por mor das obras deixamos de coller a xente, pero agora virán máis», explica el director de la residencia pobrense, que tiene capacidad para 42 personas con atención sanitaria las 24 horas.

La conselleira de Política Social, Fabiola García, explicó que «ademáis de apostar polos novos centros residenciais, como o que a Xunta está a construír en Ribeira, non podemos esquecernos dos que levan prestando servizo os veciños de Barbanza durante tantos anos, como o da Pobra, que é o primeiro da rede pública autonómica no que rematamos unha transformación completa para adaptala ao novo modelo de coidados».