Los exdirectores de un colegio de Boiro reconocen haber coaccionado a tres empleadas

Un hombre y una mujer han aceptado una pena de 1.080 euros cada uno al reconocer que coaccionaron a tres trabajadoras cuando dirigían un centro educativo de Boiro. Los hechos se remontan al verano de 2014, cuando los acusados, un matrimonio, se pusieron al frente de una escuela infantil concertada hoy sin actividad en el municipio boirense.

La Fiscalía solicitaba para ellos una pena de un máximo de 11 años de cárcel por los delitos de trato degradante y contra los derechos de los trabajadores al considerar que habían obligado a tres empleadas ­—una limpiadora, una ayudante de cocina y una maestra— a doblar su jornada laboral bajo la amenaza de ser despedidas.

Asimismo, la acusación pública también señalaba al matrimonio por inmiscuirse en la vida privada de las afectadas con la intención de adoctrinarlas al respecto de sus creencias religiosas.

La sede compostelana de la Audiencia Provincial acogió la vista, en la que se comunicó que los implicados habían alcanzado un acuerdo con el Ministerio Fiscal para que todo quedase en una condena por tres delitos continuados de coacciones, con el atenuante de dilaciones indebidas porque el proceso se había iniciado en el 2016.

La pena, que es firme, establece el pago de sendas multas de 1.080 euros, además de una indemnización de 500 euros a dos de las trabajadoras y una de 1.000 a la otra. La entidad religiosa a cargo del colegio concertado, como responsable civil subsidiaria, debería afrontar el abono del dinero en caso de que no lo hiciesen los condenados.

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