Ola diferente

Francisco Brea
Fran Brea EN LA CANTINA

NOIA

23 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay detalles que adelantan acontecimientos. Que salga el presidente de la Xunta a dar una rueda de prensa en vez del conselleiro de Sanidade tras la reunión del comité clínico ya augura que se van a dar noticias importantes, que van a tener repercusión en la vida diaria en estos tiempos de pandemia. Esperamos como agua de mayo que Alberto Núñez Feijoo comparezca un día para decir que se acabó, que ya podemos vivir sin que nuestras acciones dependan de un virus. Pero para eso habrá que esperar, y mientras tanto volvemos a medidas y restricciones que ya suenan y vemos otras nuevas.

Regresa el toque de queda encubierto, ese que te deja estar en la calle pero solo o con quien convivas, el que hace que mires el reloj si cenas en casa de un amigo. Eso sí, en Rianxo puedo estar con quien quiera hasta las tres de la madrugada, pero en Ribeira solo hasta la una. Y si voy a cenar con un amigo a Noia y volvemos en coche más tarde de la una a Ribeira, ¿incumplimos las normas? Bueno es que a Noia, por ejemplo, aún podemos ir a cenar los que no tenemos el certificado de vacunación con la pauta completa si no está noche de terraza y no se nos dio por hacer una PCR o un test de antígenos 72 horas antes.

Esta es una ola diferente y las restricciones también. Ahora se argumenta que la hostelería no es el problema, que son las reuniones de no convivientes. Coincidencia que sea en verano, cuando abunda el turista, y no en Navidad, cuando solo estábamos los gallegos y se cerraban bares, pero se ampliaba el toque de queda en fechas señaladas. Está claro que lo difícil es acertar y lo fácil criticar.