El Noia rescató un punto contra el Arzúa en medio de una ruleta rusa (1-1)

De ser claro favorito a la derrota, a terminar quedándose a centímetros de llevarse la victoria. Así fue el encuentro que disputó el Noia contra el Arzúa. Pura ruleta rusa en el campo de San Lázaro, en el que Fedello detuvo un penalti que suponía el 0-2, y Jesús Sayés se quedó a centímetros de cazar un centro de Ferreiro que pudo convertirse en el 2-1. El resultado final, 1-1, contenta o disgusta a los dos equipos por igual. Ambos bloques tuvieron posibilidades de salir campeones y también de besar la lona.

Lo cierto es que el Noia arrancó valiente. Buscó la posesión el conjunto de Iván Carril, pero le faltó chispa. El Arzúa se colocó firme en el césped, cerrando huecos y buscando transiciones para hacer daño a la defensa local. Lo logró durante los primeros 25 minutos de encuentro, tiempo en el que Fedello fue el mejor de los locales. El cancerbero detuvo un buen disparo desde la frontal en el minuto 5 y ejerció de líbero para cubrir las espaldas de sus compañeros. Eso sí, nada pudo hacer para evitar el 0-1, que llegó de un disparo de Chiño al segundo palo. Sin ángulo, el punta golpeó de forma exquisita para adelantar a los suyos.

No le sentó bien el tanto encajado al Noia, pero no varió su oferta. Con Carril, el balón sale jugado desde atrás, a pesar de los riesgos, que los hubo. Pero en esta ocasión, la posesión local no hizo mella. El Arzúa cerró bien los costados y ni Anxo ni Rubén tuvieron metros para correr. Incapaces de encontrar a sus hombres de ataque, el choque se marchó a los vestuarios sin más noticias de gol.

La segunda mitad

Nada tuvo que ver la segunda mitad con la primera. En parte porque los visitantes se olvidaron de atacar, y también porque el Noia fue más profundo, incisivo y determinante. Con mayor fluidez de balón, los de Carril buscaron con colmillo la portería rival. Sabedor de que eran los locales los que tenían que tomar riesgos, el Arzúa siguieron buscando un robo y un pase al hueco para sentenciar.

Estuvieron cerca de hacerlo en el minuto 54, momento en que Fedello cometió penalti tras una patada por detrás que el colegiado no obvió. Brais Pedreira buscó de Panenka el tanto de la tranquilidad, pero se encontró con un cancerbero que estuvo rápido para sacar una mano y enviar el cuero por encima del palo.

La parada terminó de agitar el encuentro, pero más lo hizo las expulsiones de Iván García y Pedro Delgado. La primera por doble amarilla, la segunda en una tangana con Mario Prol en la que el jugador del Arzúa llegó como una exhalación para chocar contra un colegiado que no dudó en enviarlo a la ducha.

A partir de ahí el choque cambió por completo. El Noia quemó naves y el Arzúa buscó resguardar la ventaja que tenía en el marcador. No pudo hacer nada con el tanto del empate, obra de Sayés tras un centro al primer palo de Ferreiro.

Completamente volcado, Aleix Ruiz fue expulsado por protestar y el Noia se quedó con tres más sobre el césped. Picó como pudo el conjunto de Iván Carril, pero sin éxito en esta ocasión. En la ruleta rusa que se vivió en San Lázaro faltaron pocos centímetros para que Sayés hiciese el 2-1 de cabeza. No ocurrió, 1-1, reparto de punto. El Noia se conforma con el empate en un encuentro que fue una auténtica locura.

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