La pesadilla

José Antonio Ventoso VIDA DESDE FUERA

NOIA

22 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El panadero de Noia que no tiene dificultades a la hora de vender sus empanadas, pero se preocupa por el aumento del precio del trigo egipcio; el armador de Ribeira que está satisfecho por la aparición de la anchoa muestra su preocupación por el aumento de los precios del gasoil debido a los enfrentamientos en el estrecho de Ormuz entre milicias yemeníes e israelíes. Una tienda de chuches de A Pobra amenaza con cerrar porque han subido un 200 % las bolsas llegadas de China por el aumento de los fletes; el ganadero de Lousame contento con el precio de la leche suda ante el anuncio del aumento de precios del gas y maíz ucraniano.

Todos dependemos no solo de nuestro esfuerzo para sobrevivir, sino lo de que Israel decida a miles de kilómetros de distancia. Un país artificial, creado manu militari por ingleses y americanos. Desde su fundación no ha parado el conflicto, una y otra vez exportado a Europa. Esto es lo terrible del asunto. La pesadilla la conocemos: la conexión de frentes bélicos Europa- Oriente Medio y Asia -Pacífico. Un panorama global con un conflicto desbocado en Europa y un marco de tensiones inquietantes en Asia Pacífico con líneas interconectadas desde Libia a Afganistán que complican el escenario. El conflicto está agudizándose y refuerza las alianzas a ambos lados.

En momentos de tensión las cosas pueden salirse de control por el vuelo de una mariposa En la película Múnich sobre la masacre de atletas judíos a manos de terroristas árabes, Spielberg hace decir a Golda Meir, jefa del Gobierno Israelí: «Cada hombre que hemos asesinado ha sido reemplazado por otro peor. No hay paz al final de eso». Cuando un país se salta sus propias leyes para defender una causa justa acaba siendo devorado por esa contradicción Si yo fuera palestino huiría, ¿tú qué harías?