Un bar de Outes advierte que deberán leer en voz alta las noticias quienes tengan el periódico más de 20 minutos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

OUTES

Carmela Queijeiro

Un humorístico cartel colocado en el Ruta San Campio de Outes busca poner coto a quienes acaparan el ejemplar de La Voz de Galicia

27 feb 2025 . Actualizado a las 11:57 h.

El cafecito de la mañana en el bar de costumbre, acompañado de la lectura del periódico, es una estampa habitual en cualquier establecimiento hostelero de la geografía peninsular. También es frecuente que haya que esperar para saborear las noticias mientras uno se lleva la taza a los labios e, incluso, que se llegue al fondo sin haber tenido la oportunidad de pasar ni una sola hoja del diario. Si el tiempo no da para pedir una segunda consumición y hay que marcharse, la sensación es de marcharse con un vacío que parece dejar a medias el resto de la jornada.

Frente a los acaparadores de las noticias, en el bar Ruta San Campio de Outes han decidido poner límites. Eso sí, con humor y de buen rollo, porque tampoco se trata de amargarle la consumición a los clientes. En una de las paredes del establecimiento regentado por Daniel Estévez y María Lago llama la atención un modesto cartel con la advertencia de que quien supere los 20 minutos monopolizando el periódico deberá, a partir de ese tiempo, leer las noticias en voz alta para que el resto de los presentes puedan también enterarse de la actualidad. Quienes acuden al bar Ruta San Campio pueden encontrar cada día La Voz de Galicia y el As.

El propietario, Daniel Estévez, comenta que algunos clientes son concienzudos lectores del periódico: «Algunos hasta le dan una segunda vuelta, no dejan ni un breve sin repasar». Puestos a acaparar, subraya que hay quienes hacen hasta los crucigramas. 

Por un amigo

La idea de colocar el cartel que, reconoce, todos se tomaron con humor y poca voluntad de acatarse a la norma, fue de un amigo. Había visto algo similar en algún sitio y decidió mandarle un mensaje con el texto.

A Daniel Estévez le pareció gracioso y pensando en los clientes que monopolizan La Voz de Galicia se decidió a colocarlo. Ningún cliente habitual ha dejado de acudir y el propietario hasta bromea cuando ve entrar a alguno les advierte: «Cuidado, que tengo el reloj a cero».

Entre los clientes que buscan el periódico para acompañar su estancia en el local, Daniel Estévez apunta que hay perfiles muy diversos. Los hay que van directamente al cuadernillo de La Voz de Barbanza porque les interesa estar al tanto de las noticias locales, mientras que otros buscan la sección de deportes y no falta quien directamente se dirige a la página con la información del tiempo.

La mayoría de quienes van a tiro fijo son personas que, recalca, realizan una pausa breve y buscan el periódico para ver aquello que les interesa. Claro, sus ansias se ven frustradas cuando quien tiene el diario es de quien lo lo suelta: «Hay quien pude estar hasta una hora, mientras otros preguntan para verlo».

Pero mucho peores que los acaparadores del periódico son aquellos que, directamente, se lo llevan al salir. Comenta Daniel Estévez que es más habitual de lo que pudiera pensarse: «Es raro el mes en el que no haya algún día en el que se marchen con el periódico o, en algunas ocasiones, ha habido quien ha arrancado la hoja que le interesaba».

El propietario no acierta a comprender cuál es la causa de que algunas personas obren de esta manera, dado que constituye un perjuicio para todos. Afortunadamente son casos aislados.

Por ahora nadie ha leído las noticias en voz alta, pero puede que algún día suceda.