Una caminata más dura y un día a mayores de degustación en la Feira do Polbo sonense
PORTO DO SON

























La cita gastronómica volvió a congregar a personas de diversos puntos de España.
09 ago 2025 . Actualizado a las 18:25 h.A la una y media, en Porto do Son ya empezaban a formarse grandes colas a las puertas de la carpa en la que el equipo de pulpeiros de Manuel Veloso se afanaba preparando el cefalópodo. El sonido alegre de gaitas y bombos tocando música tradicional, mezclado con el olor a pulpo cocido que impregnaba el ambiente, hicieron que a medida que se acercaba la hora de comer más personas se aproximasen a la fachada marítima. Al lado, las redeiras Pepita Mayar y Ana García mostraban el trabajo del colectivo.
La Feira do Polbo arrancaba con casi una tonelada de pulpo, junto a otros tantos cientos de kilos de mejillones, mucho churrasco y unas cuantas empanadas para servir: «Tenemos que estar preparados para todo», decía Veloso mientras preparaba el festín. Las bandejas volaban por el comedor repletas de manjares.
Familias, parejas y personas que no precisaban de más compañía para disfrutar del cefalópodo llenaban las largas mesas. Los más fieles acuden a esta cita año tras año y en el 31.° aniversario no iba a ser menos. Por supuesto, los propios sonenses no fallan pero, sobre todo, viene a la Feira do Polbo gente de fuera que veranea en el municipio o la comarca. Es el caso de una familia de Santiago, que como muchas de la capital gallega hacen escapadas a la playa, que la tiene en su agenda: «Sempre está todo boísimo, sobre todo o polbo e o mexillón».
De estreno
Pero no solo Galicia estaba presente, gente procedente de distintos puntos del país se sentó ayer en la carpa para degustar los manjares. Montse, de Tarragona, y su pareja, José Miguel, de Valencia, suelen pasar temporadas en Porto do Son, «pero no nos habían coincidido con esta fiesta». Quedaron gratamente sorprendidos con la comida y el ambiente. Silvia y su familia, sin embargo, vienen desde Madrid al municipio cada verano y nunca se pierden esta cita: «Este año está más bueno aún».
Sobre las 14.00 horas llegaban los últimos participantes de la decimosexta edición de la tradicional caminata entre Boiro y Porto do Son, que forma parte de la cita. El impulsor de la iniciativa, Paco González, ya llevaba un rato esperando, «eu nunca me cansei no monte, nin este calor pode comigo». Sin embargo el alcalde, Luis Oujo, tenía una opinión distinta: «Estou exhausto, Paco fixo un recorrido máis duro este año». Tras superar los 22 kilómetros, deportistas y autoridades degustaron el «exquisito polbo da ría», recalcó Oujo. Este año se ha ampliado la exaltación, de forma que hoy aún se podrá disfrutar del cefalópodo.