Adiós a Carmen Hernández, la bilbaína centenaria que arribó a Rianxo por amor

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA

RIANXO

Carmen Hernández, con un ramo de flores que le regalaron cuando cumplió 102 años.
Carmen Hernández, con un ramo de flores que le regalaron cuando cumplió 102 años. DANI GESTOSO

A sus 103 años, era una de las vecinas más longevas de la comarca

15 dic 2025 . Actualizado a las 20:46 h.

Hace algo más de un año, con las uñas pintadas de un rojo precioso y alegre, bien arreglada y con un jersey turquesa, Carmen Hernández abría las puertas de su casa en O Araño para festejar su 102 aniversario. No muchos pueden presumir de llegar a esa edad y la cosa era para celebrarlo y ponerse bien guapa. No era el prototipo de abuela centenaria a pesar de ser de las más longevas de Rianxo, ni ganas. Conservaba una mente lúcida y ágil, y se lamentaba de que una inoportuna molestia en una pierna la obligaba a usar «un palito» para apoyarse al caminar. Los achaques de la edad, que son un fastidio. «No me puedo quejar», reconocía luego. No lo hacía, porque entre sopas de letras (su gran pasatiempo) y el cariño de sus dos estrellas —sus sobrinos Mónica y Suso— llegó a los 103 años.

Y ahí se quedó. El corazón de esta bilbaína de nacimiento y rianxeira por amor se paró el domingo, cansado ya de tanto latir y de tanto vivir. Carmen llegó a O Araño por amor a su marido, Vicente Rial, o Sargento, una llama que nunca se apagó, incluso mucho después de enviudar: «Era muy guapo», contaba ella.

Tras él, que era militar, recorrió España siguiéndole en sus destinos hasta que se establecieron definitivamente en O Araño, donde descansa ya para siempre.