La participación en las elecciones del domingo aumentó por encima de los tres puntos con respecto a la cita de hace cuatro años, lo que denota el interés que suscitaron estos comicios. A algunas formaciones, conseguir los votos necesarios para alcanzar un acta de concejal se les puso más cuesta arriba que otras veces. Un ejemplo sintomático es el de Iniciativa Progresista de Ribeira liderado por Rosa García Pose, que desaparece de la corporación después de 16 años de trayectoria por medio centenar de papeletas.
A nivel global, IPR se quedó por debajo del 4 % de apoyo. Consiguió 691 sufragios y, sin embargo, no tiene ningún edil. En el 2015, con 1.256 logró hacerse con dos, lo que significa que cada acta de edil le salió por 628. En el 2011, con 1.125 también tuvo dos representantes.
El PSOE, por cuatro
Todavía más apretada ha sido la situación del PSOE de Ribeira, que se ha quedado solo a cuatro votos de conseguir el tercer edil. Esto supondría que la formación política se quedaría con los mismos representantes que tenía hasta ahora.
Su cabeza de cartel, José Manuel Vilas, lamentaba ayer la pérdida de votos experimentada a nivel general y del hecho de que se hayan quedado a las puertas de proseguir con tres ediles en la corporación.
Aunque los cuatro partidos que integraron la oposición en el último mandato en Ribeira han cedido gran cantidad de respaldo ciudadano, los socialistas son los que lo han hecho en menor medida. Con todo, han caído muy por debajo de los dos mil apoyos.