
Las cofradías habían llegado a un acuerdo para repartirse varias concesiones
11 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Hace treinta años se escribía un nuevo episodio en la disputa por las concesiones marisqueras. Los pescadores de la cofradía de Ribeira se topaban con varias embarcaciones de la Illa en sus bancos. Era la segunda vez en cuatro días que pasaba, algo que no gustó a los profesionales ribeirenses. Para evitar males mayores, los mariscadores locales abandonaron la zona, aunque antes habían advertido a gritos que no consentirían nuevas invasiones.
El pósito de Ribeira hizo un cálculo de las pérdidas sufridas por la intromisión de los pescadores de A Illa, cifra que ascendía a cuatro millones de pesetas. Esa zona marisquera era un banco de almeja blanca que en ese momento estaba en veda por la presencia de cría del bivalvo. «Cando lles advertimos que se foran, faenaron na parte de Redonda Vella que non lles corresponde», explicaba por aquel entonces el presidente de los mariscadores de Ribeira.
A finales de noviembre los patrones mayores de los pósitos de la Illa de Arousa y de Ribeira habían acordado repartirse las concesiones comprendidas entre los islotes Airó, Carabancelo, Agarradiña y Redonda Vella, aunque tras las acciones de los productores arousanos se daba el pacto por roto. El presidente de los mariscadores ribeirense denunció que no era justo se aprovecharan de un banco que era suyo.