El cerco atribuye a una sobreexplotación del jurel la fuerte caída de las capturas

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

marcos creo

Ribeira y Portosín subastaron unas 2.700 toneladas menos que en el 2019

29 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La práctica totalidad de la flota del cerco de Barbanza está amarrada a puerto. Y es que en el mes de diciembre las capturas caen de forma considerable y los precios tampoco acompañan, pues las especies no suelen ser las que mayor demanda tienen durante las fiestas. Los armadores aprovechan el parón para hacer reparaciones y preparar las embarcaciones para el próximo año. El jurel es uno de sus principales sustentos porque las restricciones de sardina y caballa les han abocado a dedicarse prácticamente todo el 2020 al chicharro. Sin embargo, las capturas cayeron de forma importante. Bajaron unas 2.700 toneladas en esta campaña con respecto al ejercicio pasado. Algunos armadores destacaron que detrás de la caída está la sobreexplotación del recurso.

Las descargas de jurel en Portosín y Ribeira este año alcanzaron las 9.176 toneladas, mientras que en el 2019 fueron 11.800. Esta es la cifra más baja de los últimos cinco años en la comarca. José Blanco, representante de la Asociación de Cerqueiros de Galicia (Acerga) en la comarca, indicó que la costera de la anchoa fue primordial para el colectivo: «Houbo bastante, o que nos permitiu traballar ben. Se non fóra polo bocarte o ano sería malo porque o xurelo escaseou». Eso sí, reconoció que por lo menos el precio les dio un respiro. Blanco señaló que la sardina tampoco les ayudó en nada, porque solo pudieron trabajar dos semanas debido a la reducción de los topes de la especie que más demanda tiene durante el verano, pero que en esta ocasión «tivemos que deixala no mar».

Eduardo Carreño, armador de un cerquero de Portosín, hizo mención a que el ejercicio que está a punto de rematar «non foi un ano de xurelo». Destacó que hubo poco aunque también precisó: «A verdade é que estivemos menos tempo traballando por esta zona».

 Menos cantidad

La campaña de la anchoa provocó que la mayor parte de la flota permaneciese más tiempo del habitual en el Cantábrico, en la zona comprendida entre el País Vasco y Santander, pues en esta edición apareció en cantidad. Según Carreño: «Botamos máis tempo no norte, pero aínda así veuse menos xurelo».

Uno de los problemas que observa este profesional es que hay sobreexplotación del recurso: «Isto provoca que cada vez haxa menos». Y es que desde que cerró la sardina, en julio, resalta que «todos nos dedicamos a esta especie. Non se pode coller xarda porque a cota é irrisoria e o recurso estase a esgotar. Haberá que buscar unha solución».

La cotización tampoco es lo que más ha agradado al sector. «O grande aínda valeu bastante ben, pero o resto vendeuse moi por debaixo da calidade do produto», subrayó.

«Cada ano o recurso vai a menos nos nosos caladoiros»

El armador de Portosín Gonzalo Pérez no está satisfecho con la campaña que se acaba de cerrar. En este sentido dijo: «Houbo pouco xurelo, case nada. Cada ano o recurso vai a menos nos nosos caladoiros». En su opinión: «Estamos a esquilmar a especie. Algún barco non respecta os topes».

El profesional puso como ejemplo lo que sucede en el País Vasco: «Colleron todo o que puideron e agora xa non queda nada nas súas augas». El armador reclama soluciones a las autoridades y también responsabilidad al sector: «Métese cada vez máis peixe a bordo. Cada barco ten que coller o que lle corresponde e que non se fagan trampas».

11.896 toneladas

 Descargas 2019

El jurel capturado durante el 2019 por los cerqueros de Ribera y de Portosín.

9.116 toneladas

 Subastas en el 2020

En las lonjas de Ribeira y Portosín se subastaron poco más de nueve mil toneladas.

0,81 €

 Precio medio

La cotización media a la que se pagó la especie este año en ambos puertos