Las consultas presenciales regresan a Barbanza: «Eu o que necesito é que me vexan xa, e me digan se é grave ou non»

Marta Casais
m. casais RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Los pacientes de los centros de salud reclaman más capacidad para atender en persona

17 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de 18 meses en los que la atención telefónica fue prioritaria en los centros de salud de la comarca por culpa de la pandemia, desde ayer Sanidade abrió la veda para que se recuperasen las consultas presenciales. Sin embargo, la situación en algunos de ellos distó mucho de la vuelta a la normalidad que se pretendía.

En el ambulatorio de Porto do Son, por ejemplo, la nueva alternativa no tuvo demasiado impacto. «A xornada de hoxe foi bastante tranquila, normal. Tampouco houbo xente que chamara con dúbidas». Desde este centro de atención primaria resaltaron que, al ser un concello pequeño, no suelen registrar grandes olas de pacientes. Con todo, indicaron también que todavía siguen atendiendo a los enfermos en listas de espera por falta de personal, sobre todo de médicos de familia.

El plazo para otorgar visitas presenciales varía en cada municipio, en función de las capacidades de cada centro sanitario. En A Pobra no había huecos libres hasta el próximo martes, y en el centro de Ribeira, la situación era todavía peor y no atendían a nuevas citas hasta el viernes. Además, en algunos centros, como el de Boiro, los vecinos denunciaron que en la aplicación del Sergas no les había dejado pedir las consultas directas. Tampoco les cogieron el cuando intentaron concertar una por esta vía telefónica. Una situación similar vivieron los vecinos de Rianxo y Carnota, a los que no les descolgaron a lo largo de la mañana de ayer.

Acudir al ambulatorio

Algo parecido se vivió en Ribeira, donde varios pacientes explicaban que tuvieron que acercarse al centro para que los atendiesen. «Chamamos hoxe á mañá por unha doenza e non nos daban cita para urxencias. Dinos que tiñamos que concertar antes unha consulta telefónica. Eu o que necesito é que me vexan xa e me digan se é grave ou non».

Otros pacientes que fueron hasta el punto sanitario no buscaban ser recibidos en ese preciso instante, sino recoger avisos de pruebas, recetas y hacer otras gestiones. La mayoría se quejaron de que el servicio sigue siendo deficiente, de la lentitud de la atención, de la incapacidad para resolver dudas, e incluso del tratamiento por teléfono.

Abel Maceiros, venía acompañando a su madre para recoger unas prescripciones médicas y reconoció que el servicio lleva así desde que comenzó la pandemia. «Para que che atendan tes que estar a morrer. As citas non as dan ata que pasan tres ou seis meses. Un desastre», denuncia.

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Claudia Lojo:«Tuve que hacer el test de antígenos y tardaron en verme»

Tres meses casi para que la atendieran. Ese fue el tiempo que transcurrió desde que Claudia Lojo llamó para pedir la cita y la recibió presencialmente un médico. «Tenían que verme para poder diagnosticarme, porque no sabían qué podía ser. Aún así tuve que llamar, que hacer el test de antígenos y tardaron en verme». Salió de la consulta con una serie de tratamientos y con la esperanza de resolver pronto su situación.

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Elena Rey:«En cuanto tenía algo, el médico me atendía»

Desde para recoger recetas hasta para programar citas con especialistas. Elena Rey admite que siempre la han tratado bien en su centro de salud. «En cuanto tenía algo, el médico me atendía, y para las recetas también. Incluso cuando me tenían que enviar a los especialistas en Santiago». Esta vecina de Aguiño admite que, a pesar de las quejas que ha oído a otros usuarios, ella no las considera como propias.

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Tere Calvo:«Es la primera vez que pido cita y me la dan para mañana»

Entrar y salir le llevo algo menos de 15 minutos. Tere Calvo afirma que el servicio en el centro de salud de Ribeira ha sido «una maravilla». La ribeirense lleva poco tiempo en Barbanza, pero «es la primera vez que vengo al centro, y la primera vez que pido cita y me la dan para mañana». Calvo destacó también la agilidad de los trabajadores del ambulatorio, que antes que a ella atendieron a varios vecinos con eficiencia y rapidez.

La falta de personal hacer crecer las listas de espera

Aunque la intención de la Consellería de Sanidade sea alcanzar un 60 % de citas presenciales, no lo va a tener fácil en Barbanza, donde la falta de personal complica mucho que se puedan ofrecer consultas con los médicos de familia, lo que se traduce en listas de espera de más de una semana en algunos consultorios. Según los datos recabados por este periódico a principios de este mes de septiembre, en los consultorios de la zona de Barbanza faltaban por cubrir casi una treintena de puestos de facultativo -incluyendo pediatras y matronas-, ya que no se han hecho todas las sustituciones por vacaciones, bajas y jubilaciones. Tampoco está mejor la situación en el sector de la enfermería: de 72 plazas habilitadas entre los 11 concellos, una veintena no tenían a nadie al frente, y deben ser el resto de compañeros los que se hagan cargo de sus cupos.