La escuela náutica de Ribeira, garantía de relevo en el sector marítimo pesquero

RIBEIRA

El centro atiende a cerca de un centenar de alumnos en sus instalaciones
09 may 2023 . Actualizado a las 11:12 h.Barbanza es una comarca que se encuentra estrechamente vinculada al mar, tanto en un ámbito sentimental como económico, desde tiempos inmemorables. Sin embargo, como ocurre con el resto de profesiones, el sector náutico-pesquero ha evolucionado profundamente, mano a mano con los avances tecnológicos, convirtiéndose en un ámbito cada vez más exigente a nivel formativo.
Por ello, la Escola Oficial Náutico Pesqueira de Ribeira es un potente centro de instrucción que en los últimos tres años ha recibido cerca de un millón de euros en dotaciones de la Xunta y que se asegura, como indica su directora, Gloria Santalla, de garantizar el relevo generacional en el sector del mar: «Barbanza es una de las comarcas con una mayor tradición pesquera. El mar crea mucha vocación familiar, y aunque la pesca no sea lo que era, la gente sigue viviendo de ella, y viviendo bastante bien».
Con este objetivo, el centro educativo ofrece ciclos de Formación Profesional de la familia marítimo pesquera y formación no reglada, como puede ser el título de patrón costero o el de marinero pescador, el más básico para poder embarcar. «Hoy en día nadie puede trabajar en un barco o ir a mariscar sin tener una titulación, no es solo tener el Permex. Son cursos cortos, pero exigentes», indica la directora.
En cuanto al perfil del alumnado, lo cierto es que desde el centro indican que el sector del mar y sus trabajadores está dando un vuelco, algo que confirma Gloria Santalla: «Tenemos mucha gente con títulos universitarios que viene a sacarse algún título. Por ejemplo, en el caso de la formación de marinero, lo necesitan algunos ingenieros navales para embarcarse, o biólogos que van en buques de investigación. La demanda es bastante alta, 94 alumnos se matricularon el curso pasado y 17 quedaron fuera».
Falta de mujeres
En cuanto al género, desde la escuela indican que sigue siendo reducido el número de mujeres que se matriculan para recibir algún tipo de formación. «Actualmente contamos con pocas alumnas, solo tres. Lo que sí, notamos una mayor frecuencia. Antes, venía una mujer y tardabas cerca de cinco años en tener otra. Ahora tenemos alguna todos los cursos, así que hay que verlo como un brote verde», indica Santalla.
Sobre el relevo generacional, desde el centro indican que la tradición familiar es uno de los grandes motivos por los que los alumnos deciden matricularse: «Hay gente con vocación muy marcada que incluso, si pueden hacer prácticas en tierra, no las quieren. Y luego están los casos en los que ya no se trata de una cuestión de pasión, sino que el padre ha invertido mucho dinero en un barco y quieren que se quede en la familia, aprovechar esa inversión, como pasa muchas veces con las farmacias».
Entre las ventajas con las que cuentan este tipo de titulaciones, Gloria Santalla destaca que el sector marítimo-pesquero supone hoy en día una garantía de trabajo: «Incluso las titulaciones más básicas consiguen mejores sueldos que muchos otros ámbitos. Hemos tenido alumnos que ganaban 100.000 euros al año y que todavía no habían acabado».
Asimismo, destaca la directora del centro, este sector permite un gran crecimiento laboral: «Hay quienes empiezan de marinero y ascienden hasta estar a cargo de cualquier pesquero».
Miguel Ángel Maneiro, alumno: «El mar tiene muchas ventajas»
Miguel Ángel Maneiro es hijo de marinero y un apasionado del mar. Con apenas 16 años, tiene clara cuál es su vocación, razón por la que decidió realizar el grado medio de técnico en navegación y pesca de litoral: «Mis padres querían que me sacara el bachiller, pero yo sabía que quería dedicarme al mar, no dudé nunca».
Garantía de trabajo
En cuanto a las ventajas con las que cuentan este tipo de titulaciones, el joven Maneiro destaca que hay muchas oportunidades laborales en el sector marítimo: «Ahora está habiendo muchos sitios libres y los barcos se quedan amarrados porque no tienen gente, eso es una garantía con la que contamos, que ya no es poco tal y como están las cosas».
Con todo, el joven admite que, aunque tiene muchas ganas de poder realizar sus prácticas y salir embarcado, el trabajo en este sector no es para todo el mundo: «Es normal que no haya mucha gente que quiera dedicarse a la pesca, porque son muchos meses fuera de casa y, quieras que no, a la familia la echas mucho de menos, pero el mar tiene muchas ventajas».