La movida de Ribeira pierde su buque insignia, el bar Plaza

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Tucho Lijó era el encargado de llevar las riendas del negocio durante el horario nocturno.
Tucho Lijó era el encargado de llevar las riendas del negocio durante el horario nocturno. Nell

«O covid foi demoledor para o sector hostaleiro», argumenta Antonio Lijó, uno de los propietarios del mítico local

06 jul 2023 . Actualizado a las 15:51 h.

Acabar una noche de movida en el Plaza, sometiéndose a los designios musicales de Tucho, que tanto puede pinchar la canción reguetonera del momento como incitar a los presentes a viajar en el tiempo de la mano de Raffaella Carrá, Rocío Jurado o el mismísimo Rafael, es un privilegio que ya no tendrán, por lo menos de momento, las nuevas generaciones que salgan de marcha por Ribeira. Después de tres décadas animando la movida en la ciudad, el mítico establecimiento comandado por los hermanos Lijó bajará la reja a una hora prudente de la madrugada, renunciando a buena parte del horario que le permite su licencia de pub.

Con un mensaje en las redes sociales agradeciendo la fidelidad de «los que se conocieron aquí, los que se amaron, los que se besaron, los hijos que nacieron de esta maravilla...», que finalizaba con un contundente «ahora les toca a otros, nos vemos en los bares», el bar Plaza hacía saltar las alarmas. Uno de sus propietarios, Antonio Lijó, explica que es un cierre parcial: «Levamos estes últimos anos dándolle voltas ao tema e finalmente decidimos adiantar o horario de peche e desmarcarnos do considerado ocio nocturno».

El hostelero añade que fue la entrada en vigor del horario de verano, según el cual los pubs pueden estar abiertos hasta las 6.30, la que aceleró la decisión: «Para a hostalaría non hai idade, pero para o ocio nocturno si. Cando levas trinta anos nisto xa non é doado adaptarse aos cambios». Y no se refiere precisamente a cambios en las tendencias musicales, que es el fuerte de Tucho Lijó: «Eses foron doados de asumir, porque cando nós empezamos a traballar como pub había vinilos e aquilo si que era complicado. Agora co Spotify xa non fai falla saber nada de música». Apunta a modificaciones relacionadas con las preferencias de los jóvenes: «Un día éntranche mil persoas no local e outro non hai ninguén, porque resulta que están todos na discoteca móbil de San Pedro de Muro».

También hace referencia al agotamiento que producen las largas noches de movida, un sector en el que los hermanos Lijó están inmersos desde 1993, cuando tomaron las riendas del negocio familiar: «No verán de aquel ano foi cando chegou a marcha aquí á praza de Compostela, pois ata ese momento estaba no callejón e no Malecón. Desde aquí deu o salto a Bandaorrío, onde xa quedou para sempre».

Juan Lijó, uno de los dueños del Plaza
Juan Lijó, uno de los dueños del Plaza Nell

El punto de inflexión

Y todo fue sobre ruedas, con animación durante el día, con los desayunos y el buen café como principales señas de identidad, y abarrotes nocturnos, cuando los clientes se resistían a abandonar el local incluso tiempo después de que la música dejara de sonar. Hasta que llegó la pandemia que puso el mundo patas arriba: «O covid foi demoledor para o sector hostaleiro». Tucho Lijó explica que propició un cambio de hábitos que se mantiene en la actualidad, con los jóvenes transitando de parroquia en parroquia en busca de las mejores orquestas y, sobre todo, de los disyoqueis del momento. De forma paralela, arreciaron las situaciones violentas: «Despois do confinamento, cando os bares volveron a abrir, foi un auténtico descontrol, sobre todo no período de limitación de aforos. No noso caso tivemos que recorrer a unha empresa de seguridade».

Gota a gota, el vaso se fue llenando. A ello contribuyó la falta de relevo generacional, de una persona joven que esté interesada en tomar las riendas del pub. De hecho, los hermanos Lijó dejan la puerta abierta a retomar la actividad nocturna en el futuro: «Imos seguir mantendo a licenza». Y es que esa autorización es un documento que en Ribeira vale oro, puesto que solo hay cinco establecimientos que la posean. «No ano 2005 gastamos cen mil euros en insonorizar o local, un investimento que non estamos dispostos a botar a perder».

De momento, la idea de los hermanos Lijó es mantener la licencia de local de ocio nocturno, pero funcionando con el horario de una cafetería o incluso recortándolo ahora en verano, cuando la norma es más flexible: «Imos abrir ata as 2.30, sen excepcións para a Dorna ou as festas de Ribeira». Admitirá, en horario más amplio, fiestas privadas.

Eso sí, el bar Plaza seguirá escribiendo nuevos capítulos de una historia que arrancó en marzo de 1975, como una taberna en la que se reunían los marineros del lugar.