Os Reventapistóns rugieron en una quedada que estrechó lazos entre la familia motera

Os Reventapistóns volvieron a estrechar lazos en Ribeira entre la gran familia motera, en una cita que convirtió la plaza de España en un escaparate de marcas y modelos para sentir el placer de circular sobre dos ruedas. El rugido de motores estuvo presente desde primera hora de la mañana en la capital barbanzana, pero pasadas las cinco y media de la tarde fue un clamor rodante que se extendió hasta el vecino municipio de A Pobra para recorrer después varias localidades de Ribeira y también su casco urbano.

Con la emblemática bandera de Os Reventapistóns marcando territorio, la plaza de España fue un punto de encuentro para apasionados y curiosos en el que no faltaron actividades para todos los públicos. Los pequeños tuvieron oportunidad de sentirse como auténticos pilotos sobre una pequeña moto colocada sobre un soporte fijo.

No faltaron las demostraciones sobre pequeños vehículos, a cargo de experimentados aficionados que hicieron posible algo que parecía impensable.

Los asistentes dispusieron de todo, desde puestos de comida para saciar su apetito hasta otros en los que pudieron adquirir prendas de todo tipo. Los organizadores ofrecieron degustaciones gratuitas y hasta hubo sorteos, consistentes en una bomba de freno y en dos chaquetas moteras de una marca especializada.

Hasta Ribeira llegaron motoristas procedentes de los más diversos lugares. La cita estrella llegó por la tarde, cuando la caravana multicolor enfiló hacia la playa pobrense de Cabío. Posteriormente subió por Moldes para transitar después por Bretal, Corrubedo, Artes y llegar de nuevo a la plaza de España.

Os Reventapistóns materializó la séptima edición de una quedada que forma parte del calendario anual de los aficionados a las dos ruedas y en la que personas de todas las edades encuentran alternativas para disfrutar de una jornada distinta.

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