La larga fila de participantes se quedó cerca de enlazar el tramo entre el hospital y el centro de salud de Ribeira
11 oct 2025 . Actualizado a las 20:34 h.Sabían que era un reto muy complicado, pero nunca perdieron la esperanza porque consideran que el objetivo es vital para la ciudadanía: salvar la sanidad pública. Centenares de personas, incluidos representantes políticos de Ribeira, Boiro y A Pobra, unieron sus manos para formar una cadena humana que pretendía cubrir los cinco kilómetros que separan el hospital de Barbanza y el centro de salud de Ribeira. Se calculaba que eran necesarios 5.000 participantes y a punto se estuvo de lograr el objetivo, pero finalmente no fue posible, aunque el mensaje de protesta quedó claro.
Más de una hora se tardó en organizar todo el operativo, en el que se cortaron varias carreteras, se desvió al centro comarcal a los participantes que llegaban en coche, y al ambulatorio ribeirense los que lo hacían a pie.
A las cinco y media llegó la hora de leer el manifiesto de la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública, que se escuchó en 60 puntos repartidos por la larga hilera. En él recordó la grave situación de deterioro que vive el sistema sanitario en la comarca, derivada de la «precariedade contractual, con salarios indignos e na sobrecarga laboral que leva a moitos profesionais a marchar ao estranxeiro onde son máis respectados e valorados».
Los convocantes enumeraron las dificultades por las que atraviesan los distintos centros de salud, principalmente los de Boiro, A Pobra y Ribeira, donde faltan varias plazas de facultativo sin cubrir, lo que se traduce en que hay miles de barbanzanos que no tienen un médico de cabecera asignado. «Ser atendido por un profesional diferente en cada consulta incrementa os erros e retrasa tratamento esenciais», además de general desigualdad y aumentar la carga de trabajo de los profesionales, denunciaron desde la plataforma.
También hablaron de las graves demoras en las consultas especializadas del hospital comarcal, con esperas de más de dos años para ser recibido por un traumatólogo, un especialista en salud mental o hacer una endoscopia. Por todo ello pidieron al conselleiro de Sanidade que apueste por una atención de calidad «humanizada, segura, accesible, domiciliaria, próxima e equitativa». Insistieron en que seguirán protestando hasta conseguirlo: «Barbanza quere médicos e tempos de atención razoables para as segundas consultas».