Los científicos gallegos están detectando la presencia de especies propias de otras latitudes
12 jul 2019 . Actualizado a las 14:12 h.El océano no es ajeno al calentamiento global. De hecho, el noventa por ciento del calor extra de origen humano se encuentra en los mares de la Tierra. El aumento de la temperatura del agua está alterando las corrientes, los ecosistemas y los ciclos marinos, obligando a muchas especies a emigrar.
La costa de Galicia, situada en un cruce de caminos entre latitudes subtropicales y polares, está recibiendo la visita de ejemplares nunca vistos hasta ahora. Hace unos días Carlos Montes, patrón del Nuevo Vendaval, capturó en Sanxenxo un sapo lusitano. «Tiene un aspecto pelicular, con la boca muy grande. Su presencia es muy poco habitual ya que pertenece a aguas atlánticas africanas. La primera vez que se observó uno fue el año pasado», reconoce Xulio Valeiras, investigador del Instituto Oceanográfico Español, con sede en Vigo.
También se está registrando un incremento de otras especies propias de aguas tropicales como el pez luna real, el jurel canario o el pez limón «Nos últimos anos, sempre que fago mergullo atópome con tres ou catro exemplares na ría de Muros», confiesa Xaime Beiro, submarinista. «Se está produciendo una nueva distribución de las especies, que tiende a ser más sureña, algo que coincide con el cambio climático», sostiene Valeiras.
Ballenas y tiburones
Este nuevo orden oceánico afecta a toda la cadena trófica, desde los microorganismos, como el fitoplancton, hasta los grandes mamíferos. Desde el año 2016, los científicos gallegos confirman cada verano el regreso de la ballena azul. No hace mucho se observó un tiburón peregrino y el pasado viernes también se pudo ver en la costa de Fisterra a un grupo de orcas, que en esta época del año realizan grandes viajes de norte a sur por el Atlántico. «É raro velas por aquí. Aínda que todos os anos se avistan algúns exemplares, agora mesmo deberían estar no golfo de Xibraltar alimentándose de atúns. Descoñecemos por que este grupo anda por aquí. Pode ser que descendan de forma algo máis lenta ou que sexa unha especie máis oceánica que se achegou á costa», explica Pablo Covelo, biólogo del Cemma.
Incluso la variedad de cefalópodos y crustáceos en las aguas de la comunidad están aumentando. «En los últimos años han hemos detectado la presencia de un pulpo de la especie Scaergus unicirhus o la Munida iris, que es un tipo de langostilla. Ambos son ejemplares muy poco habituales de nuestras costas. Al mismo tiempo otras se alejan de Galicia, como la merluza, que se está desplazando hacia el norte de Europa, por ejemplo a Noruega, e incluso el jurel abunda ahora por zonas como el canal de la Mancha», asegura Valeiras.
Este martes, científicos del BDRI, captaron a un grupo de calderones comunes en aguas gallegas.«Las ballenas interactuaban entre sí y nadaban en un grupo muy cerrado manteniendo el contacto físico constante. Esto es típico de los calderones también conocidos como ballenas piloto, ya que son una especie muy social que forma vínculos estrechos dentro de sus grupo», explican desde el Bottlenose Dolphin Research Institute, con sede en O Grove.