El Grupo Calvo inicia en El Salvador la construcción de una planta clave para su expansión internacional

REDACCIÓN CARBALLO

CARBALLO

CASAL

Numerosas autoridades españolas y del país centroamericano asistieron al acto simbólico de colocación de la primera piedra La colocación simbólica de la primera piedra de la planta del Grupo Calvo en El Salvador cierra una parte del proceso caracterizada por la burocracia, las negociaciones y los desastres naturales, y abre otra mucho más esperanzadora, tanto por lo que representa para el plan de expansión internacional de la empresa de Carballo como por lo que supone de desarrollo para un país que apenas explota sus importantes recursos pesqueros. Numerosas autoridades españolas y del país centroamericano respaldaron con su presencia este nuevo proyecto, que supone una inversión de 39 millones de dólares (más de 7.000 millones de pesetas).

09 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

La nueva planta del Grupo Calvo en El Salvador tendrá como principal objetivo la producción y fabricación completa del atún y la preparación de productos semielaborados, según la información facilitada ayer por la empresa. Para abastecerla ya se encuentran faenando en la zona dos buques, con tripulación y con bandera salvadoreñas. El Montelucía , en el que se han invertido más de tres mil millones de pesetas (cerca de diecinueve millones de euros), es en la actualidad uno de los atuneros más modernos del mundo, con capacidad para 1.800 toneladas. Junto a él navega el Monterocío , que puede acoger 1.500 toneladas. La primera piedra de la fábrica se ha colocado en Punta Gorda, en el departamento salvadoñero de La Unión. En este enclave, el Grupo Calvo solicitó en su momento la concesión en régimen de alquiler del muelle y de los frigoríficos existentes, con capacidad para 3.000 toneladas. La planta permitirá crear 700 puestos de trabajo directos, y se calcula que hasta 3.000 indirectos. En este sentido, el Gobierno de El Salvador confía en la importancia del proyecto para mejorar la economía de esa zona del país y para potenciar el sector pesquero, que hasta la llegada de Calvo apenas se explotaba. Además, en el proyecto, que se está gestando desde hace ya más de dos años, se preveía la inclusión de una depuradora de aguas residuales, una planta de harina de pescado y una pequeña fábrica de envases. Expansión La factoría de Punta Gorda juega un papel muy importante dentro del plan de expansión internacional iniciado por la firma carballesa. Así lo destacó también el presidente, José Luis Calvo Pumpido, durante el acto de colocación de la primera piedra. La conservera está trabajando también desde Venezuela, y con esta nueva pica en América podrá acceder con más facilidad al siempre difícil mercado americano, además mejorar su implantación en el europeo, sobre todo en la zona del Este.