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El concello de la capital soneirana ofreció una recepción a las familias acogedoras de niños saharauís En Camariñas y en Cee se han llevado a cabo programas similares este verano
21 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Gira no olvidará el día que descubrió que dando a un interruptor se hacía de día en una habitación o el que se subió al escenario para bailar a los sones de Camela. Estas fueron algunas de las experiencias que le sucedieron a esta niña saharaui durante su estancia en Vimianzo. Ayer lo relataba Rocío Soto, su madre acogedora, durante la recepción que le ofreció el Concello de la capital soneirana a los seis niños de esta región de África que llevan un mes y medio en la localidad. Todos ellos regresarán a su pueblo natal el próximo 6 de septiembre. No es la única iniciativa de este tipo, llamada Vacaciones en paz , que se ha llevado a cabo en la Costa da Morte. En Camariñas y en Cee, también hay familias acogedoras. «Una de las cosas que más les choca a los niños es el horario. En el Sáhara no existe. Sólo hay para ir a la escuela y normalmente se llega tarde. Para ellos casi todo era chocante», aseguró Naana Mahmud, el monitor responsables de los chavales. Este joven reconoce que la convivencia no fue siempre fácil. Gira, Mohamed, Alí, Fatima, Alsha y Fadli, los seis niños que estuvieron en Vimianzo, conocieron las bellezas de la Costa da Morte: «Me gusta el paisaje y mucho Galicia», asegura Fadli, de catorce años.