Tiempo de celebraciones

La Voz

CARBALLO

TORRECILLA

El pulso de la Costa da Morte José Luis Calvo fue recibido en la Diputación como cónsul de El Salvador mientras Antonio Pernas celebraba su triunfo en Madrid y Mar Barcón visitaba Camariñas

18 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Los conocidos como «duendes de la imprenta» han conseguido sobrevivir a todas las innovaciones tecnológicas y no respetan ni al cuerpo consular. Ocurre en las mejores familias y ha pasado en esta. El viernes, el presidente de la Diputación Provincial de A Coruña, Salvador Fernández Moreda , recibió de forma oficial al cuerpo consular acreditado en A Coruña. Naturalmente estaba entre los invitados el carballés José Luis Calvo Pumpido , representante diplomático de El Salvador. El acto se desarrolló en el Pazo de Mariñán y terminó con la firma en el libro de oro de la institución. La cuestión es que por problemas que se escapan a toda comprensión la fotografía del acto solemne se coló antes de tiempo en esta página. Hoy está en su lugar, como deben ser. El modisto Antonio Pernas decidió celebrar por todo lo alto su triunfo en la pasalera Cibeles. El creador, que es un asiduo de la villa de Laxe, echaba de menos la localidad y decidió festejar la buena acogida de su última colección con una comida en la que también estuvo presente José Manuel Pato González , delegado en Laxe de la Real Liga Naval Española. El PSOE de Camariñas inauguró una nueva sede y aprovechó la ocasión para abrir también un ciclo de charlas que se mantendrán hasta los primeros días de abril. La encargada de la apertura fue Mar Barcón , la portavoz de asuntos sociales del grupo parlamentario socialista en la cámara gallega. Habló sobre la ley de dependencia y lo hizo acompañada por Marisol Soneira . La nueve sede gustó y parece muy adecuada, pero tiene sus fallos. En la decoración se ha tenido en cuenta a las palilleiras y las cortinas incluyen hermosas puntillas. Más dudoso es el gusto en la elección de cuadros para decorar las paredes. El gasto en marcos ha sido mínimo, pero lo peor es que algunas fotografías son auténticas antiguedades. No es el caso del retrato de Pablo Iglesias , que está en su punto, pero sí el del alcalde, Juan Bautista Santos Ramos, que podría ser su propio hijo. No vendría mal rascarse el bolsillo y actualizar un poco las fotos.