Es Miguel Sar («ou Mighel , que eu falo coa gheada e moitos me chaman así»), un tío que presume de haber nacido en Muxía mientras se pasea por la pasarela de Milán, Madrid o Barcelona. Su naturalidad y fortaleza le han llevado a moverse entre los más grandes modelos de Europa sin perder sus raíces, o mejor dicho, mostrándolas con orgullo.
Me dicen que por Muxía todavía le conocen como o dos ollos bonitos , y no seré yo quien lo niegue. Hace unos días, Miguel, de 28 años («xa vou algo maduro», bromea), desfiló diseños de María Lafuente , que lo eligió para mostrar su colección de hombre, puesto que hasta entonces sólo llevaba a las pasarelas piezas femeninas. «Levo sete anos fóra de Muxía, primeiro en Vigo e logo en Madrid, dende hai catro anos», rememora mientras repasa su trabajo en la tele, en las revistas y sobre la pasarela, «onde máis cómodo estou», admite.
En la Pasarela Cibeles, hace una semana, Miguel ocupó un lugar destacado, junto a presuntamente glamurosos modelos. «Non hai dereito a que a única pasarela realizada con cartos públicos teña como base a modelos estranxeiros na súa maioría», reclama. Y es escéptico ante la cacareada creación de una macropasarela gallega: «Como en Galicia, en ningures, pero para crear algo serio precísanse moitos cartos».
Ahí lo tienen. Un tipo auténtico. Un cuerpo serrano que, por cierto, nunca rechaza una hamburguesa siempre que esté buena, of course . Hay que comer de todo.