David Rodríguez Gómez-Aller es el biólogo encargado de la exposición contra el cambio climático que se exhibe en Corcubión y que en las próximas semanas pasará por Muxía y Carballo. La idea fundamental que transmite la muestra y él mismo es que el calentamiento global su puede parar y está en manos de todos hacerlo.
-¿Qué pueden ver los visitantes que acudan a la exposición?
-Pueden comprobar qué es lo que está pasando en la Tierra y, sobre todo, concienciarse de que se pueden hacer cosas a nivel individual para revertir el calentamiento global. Para mostrarlo tenemos, por ejemplo, una ecosfera en la que las algas, las bacterias y los camarones viven en armonía en un sistema cerrado y otras dos (esferas) en las que se muestra como el dióxido de carbono mezclado con la luz, hace subir la temperatura.
-¿Somos conscientes de los verdaderos efectos del calentamiento?
-La gente ve en las noticias en protocolo de Kioto, que no se cumple, que los gobiernos unos hacen más y otros menos y todo eso. Pero no es suficiente. Resulta imprescindible tomar conciencia de que no basta con tirar los plásticos en el contenedor amarillo, que también. Los casquetes polares se funden, el nivel de los mares sube y nadie cree que sea el culpable directo de ello. Para verlo, tenemos un programa de ordenador en el que se puede hallar lo que llamamos huella climática. Con él la gente descubre que si todas las personas del mundo gastase la misma cantidad de recursos que los occidentales necesitaríamos entre dos y tres tierras para abastecernos. Y no las tenemos. Nada de lo que consumimos viene del espacio.
-¿Estamos a tiempo de parar esta dinámica?
-Sí. Por supuesto. Nunca es tarde. Lo que ocurre es que llegados a este punto no basta con pararlo hay que revertirlo y para ello resulta imprescindible cambiar muchos hábitos. Hay que darse cuenta de que es muy problema muy grande y que ya está aquí. Suena apocalíptico, pero se le pude dar una respuesta a nivel individual.