Trabajadores municipales, empresarios y vecinos de Carballo participan en una serie de actividades por la sostenibilidad
08 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Cada europeo consume 6.000 vatios de energía al año, muy lejos de los 12.000 de cada estadounidense, pero también de los 260 de un asiático. Cada carballés contribuye a que la demanda energética mundial aumente cada año, hasta el punto de que los expertos auguran que será un 53% superior en el año 2030. Sin embargo, el debate no está en como satisfacer ese consumo, sino en evitar llegar a una situación que supondría un 55% más de emisiones de CO2 a la atmósfera, agravando el preocupante efecto invernadero.
Los gobiernos del primer mundo han empezado a tomar medidas, aunque unos antes que otros. España no está entre los primeros. De hecho, en el 2012 tendrá que empezar a aplicar el protocolo de Kioto, y todo apunta a que no llegará a tiempo. Eso significará sanciones que, al final, repercutirán en el bolsillo del contribuyente. Por eso, la sensibilización del ciudadano se concibe como la pieza más importante del programa Carballo Sostible, que puso en marcha ayer la Concellería de Medio Ambiente de Carballo.
A lo largo de varias semanas, trabajadores municipales, empresarios y vecinos tendrán la oportunidad de informarse y formarse sobre como contribuir a invertir la tendencia actual. Los talleres se centrarán en la movilidad, la industria y la vivienda, que fue el centro de la primera reunión, celebrada ayer por la mañana.
De lo que se trata, en definitiva es de mostrar que es posible mantener la misma calidad de vida -el coche, el aire acondicionado, electrodomésticos- con un consumo energético menor. Difícil tarea la que tienen por delante los técnicos de Ciencia Divertida y OBZ, María Moreiro y Fran Riveiro, encargados de impartir los obradoiros.
Los participantes en el primero no se lo pusieron nada fácil, porque, aunque todos mostraron su sensibilidad con las políticas sostenibles, pusieron sobre la mesa la escasa sensibilización social que existe en estos momentos, en los que la aplicación de medidas como la instalación de paneles solares o ventanas con puente térmico y doble cristal obedece en la práctica totalidad de los casos a obligaciones legales, más que a la propia mentalización.
Los técnicos los animaron a seguir el modelo de las ciudades para la transición, en el que un grupo de ciudadanos preocupados por las cuestiones medioambientales son los encargados de ir sensibilizando al resto de la población y, a partir de ahí, reclamar los servicios correspondientes a la Administración. La iniciativa funciona ya 126 lugares de todo el mundo. El Concello de Teo es uno de ellos.