El Grupo Calvo superó uno de los peores años de la economía mundial con un resultado neto de explotación de 15,07 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 9% con respecto al ejercicio anterior. El 2009 fue un excelente año para la empresa carballesa, que también ha empezado el 2010 con unos resultados que superan las mejores expectativas, ya que suponen un incremento del volumen de facturación del 24% con respecto al mismo trimestre del año pasado y un beneficio de 13 millones de euros en solo tres meses. El consejero delegado Manuel Calvo García-Benavides calificó con «un notable alto» los resultados de la compañía, que presentó ayer en la fábrica carballesa acompañado por el presidente del grupo, José Luis Calvo Pumpido; el consejero delegado Luciano Calvo y el director general, Javier Lazcoz. Todos coincidieron en que la línea ascendente de la conservera en los últimos dos años es fruto del plan de negocio diseñado en el 2006 a cuatro años vista, y que, por tanto concluye en este 2010. La empresa trabaja ya en el próximo, que seguirá el mismo modelo con la intención de «convertirnos en una gran multinacional de la alimentación», apuntó García-Benavides. La clave es una política basada en la marca, la inversión en I+D+i y la internacionalización, «que es -dijo- el auténtico motor del grupo». La empresa carballesa tiene presencia en 55 países a través de sus marcas Calvo, Nostromo y Gomes da Costa. En estos momentos el 75% del producto y el 65% de las ventas se realizan en el exterior. Por lo que respecta al mercado nacional, Calvo tiene una cuota del 15% en atún claro y del 9% en mejillón.