Los platos preparados aumentan en cien personas la plantilla de Calvo

La Voz

CARBALLO

04 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

José Luis Calvo, presidente del Grupo Calvo, presentó ayer en Radio Voz Bergantiños los resultados de sus empresas en el 2009, que han vuelto a ser positivos con un beneficio neto de explotación del 9%. Con respecto al 2008, los ingresos se han incrementado en un 3% lo que demuestra que la estrategia de convertir la conservera de Carballo en una gran multinacional de alimentación está dando buenos resultados.

Una de las novedades de este año es el lanzamiento de cuatro platos preparados. José Luis Calvo señaló que actualmente se está trabajando en el estocaje de las variedades de Cocina de Mercado para ponerlas a la venta en los próximos días. Las recetas María Dolores Calvo se están realizando en las instalaciones de Carballo y han provocado un incremento de personal que fuentes de la empresa han cifrado en 100 personas.

Calvo Pumpido señaló en Radio Voz Bergantiños, donde habló con Mar Varela, que buena parte de los productos con los que se elaboran estos platos proceden de la comarca de Bergantiños como es el caso de la patata y de los grelos. Explicó que siempre «intentamos sentirnos gallegos», a pesar de que tienen fábricas e intereses comerciales en distintos continentes.

Investigación

José Luis Calvo señaló: «Tenemos un departamento de I+D en el que hay cuatro personas que se dedican únicamente a la investigación de nuevos platos. Dentro de nuestra estrategia, este año tocaba apoyar los platos preparados. No es que sea una panacea universal, pero sí es una forma más de presentarnos ante nuestros clientes no como una fábrica de conservas sino como un gran grupo de alimentación».

Este año Calvo inicia un plan de negocio que llegará hasta el 2014 y se centrará básicamente en el márketing y la publicidad. Ya han empezado a hacerlo y al mismo tiempo que se van presentando en los supermercados europeos también lo hacen en sus cadenas de televisión como ocurre actualmente en Eslovaquia.

José Luis Calvo explica que del departamento de I+D tienen guardadas medio centenar de recetas que verán la luz cuando lo indique el departamento comercial, que es el que busca nichos de mercado para introducir nuevos productos.

Para Calvo, el mundo de la publicidad no es, ni mucho menos, algo desconocido. Sus campañas son famosas. José Luis Calvo recuerda especialmente la primera. Entonces no había anuncios televisivos de conserveras. Fueron los primeros. Explica que la campaña costó 420.708 euros «que era lo que teníamos. Hoy nos costaría 30 millones de euros. En apenas unos días pasamos de un 15% a un 97% de conocimiento. Nos adelantamos a los demás y el que da primero, da dos veces».

Grupo de alimentación

La conservera se ha convertido en un grupo de alimentación no solo en España. José Luis Calvo explica: «Nuestra fábrica de Brasil es enorme. Para que se hagan una idea: salen cada día un millón de latas de sardina y 50 toneladas de atún. Allí estamos haciendo congelados de merluza para niños y para adultos que están consiguiendo muy buenos resultados. En el Salvador estamos haciendo enlatados de conserva para todo Centroamérica y ya hemos entrado en Estados Unidos».

El grupo tiene tres marcas: Calvo, Gomes da Costa y Nostromo, además 5 o 6 de segunda fila que, según José Luis Calvo, «utilizamos en los mercados en función de la oportunidad o de la necesidad». Al estar presente en 55 países, para Calvo es muy importante la coordinación en las ventas. La cuestión es no hacerse la competencia en ningún mercado. Por eso el grupo ha contratado un director general que se dedica coordinar todas las acciones.

La principal novedad en España es el nuevo diseño del logotipo que se ha modernizado coincidiendo con el 70 aniversario y que busca un mejor reconocimiento por parte de los clientes.

José Luis Calvo no está especialmente preocupado por las marcas blancas, ya que considera que es una cuestión coyuntural «por los tiempos que atravesamos. Nosotros nos mantenemos. Somos un precio de referencia para esas marcas blancas. Está ahí el límite del líder y es nuestro precio. Nos comparan y eso les sirve para vender y a nosotros para afianzarnos en el liderazgo».