Terminó la licenciatura con 22 años y siendo profesor colaborador en el departamento de Química Analítica de Santiago. En ese mismo mes acudió al San Xoán carballés, donde se encontró con una antigua profesora que pronto pasaría a ser la directora del Monte Neme, instituto de formación profesional. Precisamente en ese centro comenzó a impartir clase Lema Mira. Dos cursos. En el segundo preparó las oposiciones (1979) y, tras superarlas, pasó otros dos años en el Fernando Blanco de Cee, como profesor de física y química y jefe de estudios. Tenía entonces 25 años. El siguiente destino, por tres cursos, como jefe de estudios y después director, fue el instituto Montel Alto de A Coruña.
Llegó a continuación su cargo como inspector coordinador de la FP: coordinador provincial, por ejemplo, de las reformas en enseñanzas medias. En el 96 «fun chamado polo entón conselleiro de Educación» para ser primero director xeral de FP e Educación de Adultos y más tarde, director xeral de Ordenación Educativa y FP. En total, cuatro años, hasta que en el año 2000 respondió a la llamada de Pilar del Castillo, entonces ministra de Educación, para ejercer como director xeral de FP e Innovación Educativa. Fueron cuatro años de cambios, transferencias, proyectos y elaboración de alguna normativa básica, años en los que coincidió (2002) la presidencia española en la UE, lo que permitió a Mira Lema, entre otras cosas, asistir como asesor a diferentes consejos de ministros de Educación. De ese tiempo recuerda con especial satisfacción más proyectos e iniciativas, como la reunión de directores xerais de educación y FP de Europa que él mismo convocó en Santiago, o las relaciones con África y América en materia educativa.
Regresó a Galicia en el 2004 y, a día de hoy, es consciente de que nuestro sistema no es, ni mucho menos, óptimo. Mira señala la necesidad de sacar la educación del debate político y llegar a un pacto entre partidos, agentes sociales y sistema productivo, una apuesta conjunta que aún no llega.