Premios del mar, y la mar de recuerdos

HARRY DORIAL

CARBALLO

07 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1La centenaria Real Liga Naval Española premió el viernes, en la sede del Club Náutico de A Coruña, a dos personalidades: José Antonio Quiroga, ex presidente de la Cámara de Comercio, y Francisco Dotras Lamberti, excónsul de Francia en la ciudad herculina y presidente de la entidad Gran Armada. En el acto tuvieron mucho que ver el laxense José Manuel Pato, delegado en Galicia de la Liga, y el empresario (dueño de la empresa Galopín de Cerceda) José Manuel Iglesias, responsable provincial. A los galardonados se les impuso una condecoración como reconocimiento a su trabajo de defensa de la cultura del mar. El acto, solemne, contó con la presencia de destacadas autoridades de Portos de Galicia, la Diputación Provincial, el Concello de A Coruña y otros estamentos.

Fernando Blanco

2También es un premio tener buenos recuerdos y poder disfrutarlos. Es lo que hicieron ayer 18 vecinos de la zona que comenzaron sus estudios en el instituto Fernando Blanco (en sus tiempos llamado Laboral) hace cincuenta años, en la promoción 1960-61. Pasaron por el centro, posaron en la entrada, y también fueron al museo de la vieja Escola das Nenas, guiados por el técnico Darío Areas. La comida en O Recreo puso fin a la visita. Los participantes fueron Juan Rodríguez Lado, Elías Prieto Outes, Alejandro Pérez Esmorís, Daniel Araújo Rego, Francisco Sánchez Lema, Jesús Lestón Calo, José Enrique Lado Insua, Manuel Castro Castro, Constantino Rodríguez Túñez, Pedro Lago Martínez, Jesús Cabado Poyatos, Plácido Palmier Trillo, José Martín Lema Pérez, Jesús Queijo Pallas, Luis Lobelos Lobelos, Manuel Canosa, Javier Cerviño (los dos últimos, los organizadores) y Cipriano Caamaño Castro, el alcalde de Boborás, natural de Ameixenda, que llegó un poco más tarde.

El agua

3Cerca de allí, en Corcubión, Manuel Tello León, catedrático de Física en la Universidad del País Vasco de denso y premiado currículo, y nacido en la localidad, impartió el viernes una amena, interesante e instructiva charla sobre el agua, en sus múltiples dimensiones, muchas más de las que surgen las conversaciones rutinarias. Quién iba a saber, por ejemplo, que el hidrógeno del líquido que ingerimos a diario tiene más de 14.000 millones de años, casi los mismos que el Universo. Ese fue uno de los datos que ofreció, y que impone respeto.