Cientos de personas son requeridas para tributar por pagas de la emigración

Cientos de emigrantes retornados de la Costa da Morte han recibido cartas de la Agencia Tributaria en las que, en letra negrita y subrayada, les comunica que están obligados «a presentar declaración anual por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondiente al ejercicio 2008» por sus pensiones del extranjero. La mayoría desconocían que tenían que tributar, pero su mayor sorpresa han sido las cantidades que les exige Hacienda después de realizar las liquidaciones. Según los asesores consultados, la media ronda los 5.000 euros.

Todos coinciden en la obligación de tributar, pero consideran que es excesivo exigir de golpe cinco años de atrasos. «É un quebranto para moita xente, porque non teñen cartos para pagar e teñen que pedir aprazamentos», apunta el asesor baiés Alfonso Villar López. Su colega carballés Herminio Angeriz concreta esas dificultades en el caso de un matrimonio al que Hacienda exige 4.500 euros, «pero cada un deles cobra seiscentos e non poden», explica.

Por las asesorías de Cerceda, uno de los municipios con una colonia de emigrantes en Suiza más numerosa, han pasado cientos de personas. «En marzo chegaron as primeiras reclamacións por pensións de Francia, Holanda e Bélxica, e veu menos xente, pero cando chegaron as de Suíza foi unha hecatombe», asegura Rocío da Igrexa. Al igual que sus compañeros de profesión, destaca que la mayor parte de las pensiones son bajas, lo que dificulta que sus titulares puedan hacer frente a las liquidaciones. «Facemos as declaracións e presentamos unha solicitude de aprazamento e de fraccionamento», porque, explica, algunos afectados pensaron en pedir un préstamo, «pero os bancos piden un interese altísimo»

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