Las sesiones vermú y verbenas del puente han sido multitudinarias
18 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«La noche promete», comentaban los músicos de la orquesta Ritmo Joven en la animada sesión vermú de la romería de San Roque de Moraime. El paraje muxián, que tradicionalmente daba cobijo a las familias del entorno, se ha convertido de unos años a esta parte en lugar de peregrinación de jóvenes, que acuden a cientos a disfrutar de la comida campestre y de una oferta musical que abarca de la mañana a la noche.
La música ha sido la gasolina que ha movido durante los últimos cuatro días a miles de personas de un lugar a otro de la Costa da Morte, donde la coincidencia de fiestas, conciertos y ferias no ha impedido que todos fuesen multitudinarios.
En A Laracha recuerdan pocas verbenas como la del día 15 con El Combo Dominicano, aunque, como ocurrió ayer en Moraime, la sesión vermú, con la plaza abarrotada, ya anticipaba una noche movida. «Un éxito rotundo», asegura la concejala Patricia Bello, que no se perdió no solo ninguno de los bailes, sino ninguno de los actos del programa. Ayer fueron los últimos. Los niños laracheses se echaron a la calle para participar en los juegos tradicionales y empaparse en la fiesta de la espuma y los hinchables acuáticos, aunque también algunos papás los probaron. Y por la noche se esperaba un fin de fiesta espectacular con Philadelphia.
En Cee han realizado en tres días un completo recorrido musical, desde la espectacular Noche Sabinera del jueves hasta la velada heavy de ayer, pero la plaza se llenó en todas las ocasiones. Si los jóvenes disfrutaron con esos dos conciertos, los mayores gozaron con su propio Luar en la noche del viernes, ya que Rosa Cedrón, Sito Sedes y Paco Lodeiro recordaron los grandes éxitos de la música gallega en un recital más de escuchar que de bailar.
Los Celtas Cortos demostraron en Laxe que se pueden hacer ambas cosas. Uno de los mejores conciertos de los últimos días, en el que el que más y el que menos coreó el 20 de abril, marcó el inicio de otros cuatro días de música sin fin, que llenaron no solo la plaza, sino las calles, el paseo y los bares, y que, como en A Laracha, culminaron ayer con fuegos artificiales.
Música en la Costa da morte De A laracha a Fisterra