
El Desafío do Atlántico es algo más que una prueba de ciclismo. Es un reto físico por uno de los parajes más bellos al que un deportista se puede enfrentar. El despliegue, la atracción que la prueba en sí misma ejerce, el escenario y la repercusión van camino de convertirlo, en poco tiempo, en una leyenda.
Es la segunda edición y el número de ciclistas inscritos supera en casi un centenar a la primera. Es todo un acontecimiento para la Costa da Morte. Este año tomarán la salida 413 corredores. El año pasado fueron 316. Llegan de todas las partes de Galicia, pero también de Gijón, Plasencia (Cáceres), Alcobendas (Madrid) o Zaratán (Valladolid). Los hay profesionales, como Ezequiel Mosquera, Delio Fernández y Gustavo César Veloso, o personajes como Miguel Ángel Iglesias, uno de los mejores ciclistas españoles de los ochenta, o su mujer, Rebeca Triquell, gran aficionada.
El pelotón saldrá de las proximidades de la cascada de O Ézaro, en dirección a otro punto emblemático, el santuario de A Barca de Muxía.