Una vez conocida la deuda, que aunque los datos aportados por la comisión y el Concello difieren ligeramente se sitúa por encima de los 60.000 euros, lo que está en cuestión es la manera de pagarla, tal como quedó patente en el último pleno municipal. La propuesta del alcalde, Ramón Vigo, en base a las consultas realizadas con la interventora municipal, es sumar esa cuantía el año que viene los 30.000 euros de subvención que recibe la comisión organizadora.
Ahora bien, dado que el propio Vigo ya da por hecho que prorrogará los presupuestos, huelga decir que no hay reservada una partida para este fin, con lo que la vía que queda es la modificación de crédito, trámite que precisa del acuerdo plenario. El edil no adscrito Modesto Rivas ya anunció su voto positivo y el PP, aunque muy crítico con el papel del alcalde, también se ha mostrado siempre proclive a pagar lo que se debe.
La socialista Margarita Lamela, aunque tampoco ha dicho que vaya a votar en contra, sí le achacó al regidor que ahora le traslade esta responsabilidad al pleno, cuando fue exclusivamente él quien tomó las decisiones al respecto de la contratación de espectáculos.
Sin embargo, el edil del BNG, Serxio Domínguez, puso tres condiciones para que su voto sea favorable: la presentación de las cuentas detalladas de los tres últimos años, que Vigo «recoñeza o evidente, que é o culpable, o que organizada, contrataba e cortaba o bacallau en todo este asunto», algo que lo «inhabilitaría para estar no cargo e debería deixar o sitio para outra persoa». Por supuesto, el regidor no lo ve así con lo que afirmó que es «tan responsable das Festas da Xunqueira como doutras cousas do Concello», pero no más.