El corte del último tramo de Vilán será definitivo el viernes

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

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Los huecos de las estructura en los restos del faro antiguo están recubiertos

02 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada en coche a la misma puerta del faro de Cabo Vilán, uno de los grandes iconos turísticos de la Costa da Morte y de Galicia, ya es historia. Y una historia muy larga, además. En realidad, ya lo es desde principios de año, pero la coincidencia del invierno y, sobre todo, de la parálisis del estado de alarma, apenas ha generado impacto.

Fue precisamente hace unos meses cuando se realizó un corte provisional en los accesos, al poco de pasar la granja de rodaballos. Pero ahora le ha llegado el definitivo (en principio, desde este próximo viernes), más hacia el faro, a unos 200 metros de la entrada, justo cuando se han superado las dos curvas en pendiente en el acceso. Desde ese punto habrá que acceder caminando. Una cadena y unos pivotes impiden el tráfico rodado, con las evidentes excepciones de los vehículos de la Autoridad Portuaria, con llave para sacar la cadena. También hay un pequeño espacio libre en un lateral para que pueda pasar, por ejemplo, una silla de ruedas. Los coches tendrán que buscar acomodo en algún lugar que no sean las centenarias losas del patio de entrada. Se han realizado desbroces y hay más sitio, aunque tal vez en el futuro se habilite algún espacio específico, un viejo proyecto de los sucesivos alcaldes y de la asociación local de empresarios. La caminata, ahora obligatoria, entronca con lo que sucede desde hace años en muchos de los grandes faros del Atlántico europeo. También en Fisterra está limitado en una explanada, aunque la idea de su plan especial es hacerlo desde más atrás, idea que no termina de cuajar.

Menos atascos

Esta medida impedirá que, sobre todo los domingos de verano, o festivos y puentes, se formen los habituales atascos frente a la puerta principal, a veces incluso con autobuses.

Las mejoras en el faro (es un acuerdo entre la Autoridad Portuaria y el Concello) se completan con otras ya anteriores, como la rehabilitación del faro viejo, de 1854, del que quedan los restos, muy visitados. Hacía años que en su estructura de losas había varios huecos. Contrariamente a lo que se cree, no fue por vandalismo o rotura, sino que daban servicio a la antigua estructura que rodeaba el faro, activo hasta 1896. Pero con el paso del tiempo, el conjunto se fue deteriorando. La Autoridad Portuaria invirtió el año pasado unos 10.000 uros en la recuperación y la rehabilitación de ese elemento patrimonial, también con un elevado valor turístico.