



















El muy seguro amistoso en As Eiroas ante el Fabril terminó sin goles
27 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Bergantiños y el Fabril empataron ayer en As Eiroas a ceros, en un partido amistoso que, como todos a principio de temporada, sirvió para ponerse a punto y dar minutos y confianza a algunos jugadores, sobre todo a los nuevos. De arranque ya entraron los locales Tarí, Lamela, Concheiro y el portero Brais Pereiro, y en la parte final lo hicieron Pablo Carro y Martín García, jóvenes canteranos, aunque el segundo haya pasado una larga época en otros equipos desde que se fue al Villarreal.
Fue un partido sin mayor trascendencia, rápido, bonito a veces, con dominios alternos muy claros y un Bergantiños muy incisivo -e invasivo- sobre todo en los primeros veinte minutos de la segunda mitad, con ocasiones que pudieron darle la victoria, llegadas bien curtidas y remates con fortuna. También las tuvieron los coruñeses, claro, pero un excepcional Santi Canedo bajo los palos en el segundo período lo impidió en varias ocasiones, con la ayuda de una defensa que se conoce bien desde la temporada pasada.
El Fabril vino con dos equipos, sin historias: uno para la primera parte y otro para la segunda, bajo los mandos de Valerón en el banquillo, y la mirada de Fran desde las oficinas del club carballés, que formaba parte de la delegación herculina.
Con los cambios, el Bergan fue más ortodoxo, manteniendo de salida, además de los cuatro anteriores, a Diego Vela, Aarón Rama, Iago López, Pablo Agulló, Carlos López, Marcos Remeseiro y Yelco Alfaya, delantero este último que ayer dio una vez más muestras de su calidad, activo y escurridizo para sus rivales, aunque en general de actitud poco se puede criticar de sus compañeros: muy implicados para lo que es habitual en estas circunstancias. Incluidas algunas patadas (a un lado y al otro) poco amistosas, que en todo caso se quedaron sin cartones. No hubo más incidencias que las típicas de dos buenos conjuntos que van a ganar, casi una preparación de lo que le espera a los bergantiñáns la semana que viene con los mayores, los del Deportivo. Será el sábado a una hora más apropiada que la de ayer: a las siete.
Tras el equipo inicial, con la segunda parte Lemos dio entrada al resto de los convocados: Duque, Canedo, Uzal, Diego Rodríguez, Abel Martínez, Marcos Rodríguez, Cano, y Martín y Carro.
Cumplimiento estricto
Pero, más que en lo deportivo, donde el Bergantiños ganó el partido fue en el protocolo anticovid, en el primer partido con público de esta nueva temporada, estrenando además la grada norte, junto a la entrada. Sin llegar al tope de 200 socios que se había fijado, no estuvo muy lejos. Los habituales de As Eiroas, que eran muchos o casi todos, se vieron sorprendidos por las anunciadas e inevitables medidas de seguridad. Ya desde los accesos, con dos hileras distintas en función de elegir la grada nueva (muy cómoda y amplia, aunque la red protectora impide una perfecta visión, pero qué remedio) o la tribuna. Con la medida de la temperatura a cada asistente, o la colocación en los asientos en función de las indicaciones de los miembros de la organización.




















No solo eso: no se puede uno parar hasta la llegada al asiento, no se puede uno levantar ni siquiera en el descanso y hay que avisar a los organizadores en caso de querer ir al baño... Tampoco se puede comer ni bajar al campo. Las barandillas estuvieron desiertas en todo momento, y la cafetería, cerrada. Son, todas, medidas obligadas, que unidas a las nuevas instalaciones crean una curiosa sensación entre los aficionados veteranos del Bergantiños, a los que no les va a quedar otra que adaptarse (y a los demás). En todo caso, todo el mundo cumplió, incluido lógicamente el uso de la mascarilla.