El exdiputado y catedrático Ricardo García Mira se ha hecho con la propiedad con miras a mudarse allí cuando se retire
06 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La casa de Baio en la que decenas de parejas recién casadas inmortalizaron su amor en los ochenta y noventa ya tiene nuevo dueño: el exdiputado y catedrático Ricardo García Mira, que se hizo con el inmueble con miras a mudarse a él una vez se retire.
La vivienda, situada en la calle Campo do Rollo, perteneció en su día al general médico Ovidio Vidal Ríos, reputado especialista en el ámbito de la endocrinología e impulsor de una fundación que lleva su nombre. Tiene 196 metros cuadrados y la acompaña un almacén de otros 146 y una finca de 4.000 metros con un jardín que en su día asombró a quién lo visitó por su belleza y romanticismo.
«Tiña gañas de mercar unha casa en Baio que reunise as características que reúne a de Ovidio», señala el propio García Mira desde la cuarentena que lo recluye en un apartamento en Japón. Está allí para impartir clases en la universidad y, al viajar desde Europa, tiene que pasar la cuarentena de rigor. Le vendría bien un jardín como el de la vivienda que recién ha adquirido: «Dá gusto ata ver a chuvia caer nun lugar coma ese», dice el catedrático, que está deseando «recuperar ese xardín tan romántico».
La vivienda, en la que él mismo jugaba durante su infancia pues coincide en edad con alguno de los hijos del general, está en muy buen estado y apenas necesitará algún retoque para «modernizala» antes de entrar a vivir, además de sanear la zona verde.
«Ese espazo será tamén escenario de tertulias nun futuro, con convidados que traballan no meu campo», explica García Mira, «xa teño traído a xente interesante á Costa da Morte, pois agora terei un espazo máis privado para seguir conversando». «Creo na capacidade de reconstitución que ten a natureza sobre as persoas», añade, «é un valor moi importante para min».
