Roberto Heras: «Me ha sorprendido lo bonitas que son las playas que tenéis por aquí»

Antón Lestón Lago
Antón lestón CARBALLO / LA VOZ

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Antón Lestón

A REMOLLO | Su participación en el Gran Fondo Ézaro lo ha traído por primera vez a la Costa da Morte. Es uno de los grandes ciclistas de la historia de España

10 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Forjado y consagrado como deportista en la montaña, lo que más le ha llamado la atención a Roberto Heras (Béjar, 1974) en sus primeras horas en la Costa da Morte ha sido la blanca arena de sus playas. Llegó ayer para participar en la séptima edición del Gran Fondo Ézaro como el dorsal número 1, en homenaje a su trayectoria como uno de los grandes ciclistas de la historia de España. De hecho, es, ni más ni menos, el máximo ganador de La Vuelta, con cuatro triunfos, tres de ellos de forma consecutiva.

—¿Cómo comenzó su relación con la bicicleta?

—De forma natural, aunque de pequeño le daba a todo con los compañeros del colegio. No teníamos móviles ni nada y pasábamos mucho tiempo en la calle. Entonces practiqué fútbol y estuve federado en tenis de mesa. Pero, Béjar, con ese paisaje de montaña se presta al ciclismo y, cuando tenía 13 o 14 años, mi padre me regaló una bicicleta. Entonces sí que ya empecé a salir con los amigos y pronto nos apuntamos a la Escuela Bejarana, donde empecé a competir.

—Le llevó a lo más alto, sobre todo en La Vuelta.

—Sí, y aún no he encontrado explicación a esa buena relación con La Vuelta. No sé si por fechas, pero siempre me acoplaba muy bien a ella, mentalmente estaba en el mejor momento del año y llegaba muy preparado después del Tour. Siempre me he encontrado muy a gusto y eso ayudaba. Además, todos tenemos alguna preferencia en todo lo que es el circuito y la mía era esa.

—¿Le preocupa perder el récord de las cuatro victorias?

—¡Para nada! Al contrario. Si Primoz Roglic viene a La Vuelta y logra ganarla como lo ha hecho en los últimos tres años, me alegraré mucho por él. Seguro que si lo consigue es porque se lo merece.

—¿Cómo le llegó la propuesta para competir en el Gran Fondo?

—Me llamó Ezequiel Mosquera para participar y cuando te llama algún compañero de pelotón para una cosa de estas es casi imposible decirle que no. Y además es que yo no conocía El Muro en persona, pero ya me había sorprendido las veces que lo vi en la televisión, porque aunque a simple vista no se aprecie bien la pendiente, los que hemos estado ahí sí nos fijamos en detalles que un espectador normal no percibe.

—Y ahora que ya lo conoce en persona... ¿Qué le ha parecido?

—Uff (suspira)... Pues lo he subido en coche y caray. Fui toda la subida haciendo cálculos para imaginar que tal voy con la bici que traigo, pero ya se nota la dureza. Además, el lunes caí haciendo ciclismo de montaña y tuve que hacerme una radiografía para ver que no pasase nada en las costillas. Por suerte, parece que quedó más en un golpe y si mañana veo que voy bien y no me cuesta respirar, haré el trayecto largo.

—Sigue contando con una gran preparación física. ¿Le persigue la obsesión por el peso o es pura pasión?

—Ni cuando competía tenía obsesión por el peso. Menos de la que debería incluso. Yo sigo haciendo deporte porque me apasiona y me gusta estar en buena forma y sentirme bien. Probé la BTT tan pronto dejé el ciclismo profesional y me llevó hasta sitios como Costa Rica o Mongolia. Después empecé a hacer carrera de alta montaña y lo mismo. Todo es por pura diversión y bienestar. Además, si paras, cuesta volver arrancar, aunque quizás los que hemos sido profesionales, lo tenemos más fácil.

—¿Cual fue su primera impresión del entorno?

—Precioso. Me está encantando. Había competido en Galicia, pero juraría que nunca viniera a la Costa da Morte. He alucinado con las playas, me han sorprendido mucho por sus arenas tan blancas y lo tranquilas que son. La verdad es que es un auténtico lujo toda esta zona y más en días en los que no hace nada de viento y con este calor. El mar está como un auténtico plato y, aunque ya me dijeron que no es lo normal, da gusto solo mirar para él.

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¿Mar o montaña? Pues si pudiese decir ambos, lo diría. Porque disfruto las dos opciones. Aunque, quizás por la importancia que ha tenido en mi vida y por tirar para los orígenes, montaña.

¿Le condiciona el paisaje? Sí, claro, es fundamental. Estar en una playa o una montaña bonita, te cambia la experiencia.

¿Lugar que más le ha gustado de la Costa da Morte? Es que casi ni he salido de O Ézaro, por lo que te diría la zona de la cascada y el final de su playa. En cuanto a Galicia, me quedo con la zona vieja de Santiago de Compostela por el ambiente que se respira. Estuvimos caminando por allí y ver llegar a los peregrinos al Obradoiro es tremendo.

¿Tiene alguna comida favorita? No, me es imposible responder a esa pregunta. Ahora que estoy aquí diría algún pescado, pero me daría igual cuál.

¿Alguna puesta de sol preferida? Soy más de amaneceres, y hay uno muy especial. Compitiendo en una prueba por los Picos de Europa que arrancaba a las 00.00 horas, me pilló saliendo el sol mientras descendía el Naranjo de Bulnes, y aquello fue impresionante.

¿Cómo sería su dia perfecto en verano? Me levantaría pronto, haría un poco de ejercicio y después disfrutaría de una playa tranquila antes de ir a tomar algo con los amigos.