De Tercera División al escalón más bajo del Fútbol da Costa en 22 años

En el fútbol solo se puede conjugar el presente. Hoy estás arriba y pasado mañana en lo más hondo. Es la bendición y maldición, a partes iguales, de que todo dependa de que la pelota entre, o no. Que se lo digan al S. C. D. Malpica, que hace 22 años estaba compartiendo la Tercera División, por aquel entonces cuarta categoría nacional, con el Celta B de Borja Oubiña o Roberto Fernández y que hoy es el último clasificado de la Tercera Autonómica.

Está claro que estas experiencias para municipios tan pequeños y poco industrializados como los de la Costa da Morte son muy difíciles de sostener, pero sí sorprende el gran contraste con el pasado de un club al que ahora le cuesta encontrar jugadores para afrontar una jornada de liga. Es una situación que también sufrió el Laracha hace no tanto, o el Fisterra esta temporada, pero nunca llegando a rendimientos tan pobres en el escalón más bajo del Fútbol da Costa.

Ascenso a Tercera

A principios de los 90, el club también navegaba por la Tercera Autonómica, pero una serie de ascensos consecutivos lo llevaron hasta 1ª, en donde Xosé Luis Vara tomó las riendas durante la primera temporada. A la siguiente, el equipo ganó la categoría invicto en 1998 y subió a una Preferente en la que solo el Boiro pudo privarle del ascenso a la primera. Fue a la segunda, con celebración en un A Pedra Queimada a reventar tras un partido contra el Sporting Pontenovoa, que le hizo el pasillo. Jugadores ya míticos como Mino, Doro, Posiño, Suso o Chilín conformaban una plantilla para los anales de la historia deportiva municipal.

La temporada soñada en el fútbol nacional, no lo fue tanto. La Federación Galega no dejó que los partidos como local se jugasen en A Pedra Queimada y el conjunto azulón tuvo que desplazarse hasta As Eiroas, hasta donde no le seguían ni la mitad de los seguidores que habían apoyado al club desde el campo municipal los años anteriores. Fue entonces, mientras jugaban sus partidos en Carballo, cuando se implantó el césped artificial que aún sobrevive, malamente, a día de hoy.

Descenso y declive

En lo meramente deportivo, el club exhibió un gran rendimiento con jugadores como Schuster, Dani Cancela, Mino o el exinternacional de fútbol playa Nico Alvarado, quedándose a las puertas de la permanencia con 41 puntos. Pero terminó descendiendo y, a partir de ahí, hubo un declive que no frenó hasta La Liga da Costa, en la que ya competía en la temporada 2004-2005.

Hubo un nuevo resurgir, con gente de casa, entre el 2012 y el 2016, participando esas temporadas en Primera Autonómica. Pero, finalmente, acabó cayendo. El curso pasado empezó bien, pero el Malpica ya no pudo presentarse a la Copa da Costa debido a la falta de efectivos. Este verano, sucedió más de lo mismo, pero finalmente sacaron adelante un proyecto con menos jugadores locales de los que deseaban. Hoy, empatan a tres puntos con el Ameixenda en la última posición de la Tercera Autonómica después de no haber ganado un solo partido desde abril del 2022.

«Houbo moitos que destruíron e moi poucos que se encargaran de organizar»

En el 2020, con la competición parada por la pandemia, el Malpica volvió a verse en una encrucijada para salir adelante. Entonces, apareció Jesús Vila Varela (Malpica, 1953) respaldado por un grupo de compañeros. Ya lo habían hecho hasta en dos ocasiones anteriores y en una de ellas habían logrado el primero de los ascensos que detonó en el exitoso recorrido hasta Tercera División.

«O gran problema é que os rapaces do pobo marcharon e tiveron que facer ficha varios xogadores que levaban moitos anos sen competir. Aínda así, conseguimos unhas trinta fichas, pero a Laxe o outro día fomos doce, e con un lesionado», lamenta sobre su situación actual. En cuanto al declive del club dice: «Houbo moitos que destruíron e moi poucos que organizaron, quixeron facer o equipo máis grande do que daba un pobo como este».

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