La geología de lo reciente vuelve a inquietarnos

CARBALLO

JRVR

27 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 24, la naturaleza geológica quiso obsequiarnos con su particular hoguera de San Juan, casi con todo el pueblo de las ciudades costeras festejando en las playas el solsticio de verano. Un terremoto de magnitud 4,6 sacudió los fondos de la Llanura Abisal de Iberia. El epicentro situado bajo 5 kilómetros de agua correspondía a un hipocentro a 50 kilómetros de profundidad dentro de la litosfera. La situación geológica del sismo está próxima al punto triple formado por la unión entre tres placas (Norte América, Eurasia e Iberia) con las que se inició la apertura del Océano Atlántico hace 80 millones de años. La estructura es poco activa eppur si muove (como decía Galileo). Y para algunos geólogos, entre los que me incluyo, es la prueba de que la costa norte de la Península Ibérica es un borde de subducción, latente, aunque temporalmente retenido. Ha dado lugar en tierra al levantamiento de la Cadena Cantábrica, incluido el Cabo Ortegal; la formación de la Rasa y, lo que más nos inquieta, a estos episodios que son los que más aproximan la costa gallega a un escenario de tsunami. Afortunadamente la profundidad del epicentro bajo esa lámina de agua de 5 kilómetros de espesor parece que se han quedado solo en un susto, para entendidos, mientras el pueblo disfrutaba de los fastos.

Pero imaginen lo que hubiera sido el paquete completo con todas las playas ocupadas celebrando San Juan. 

De todos los riesgos sísmicos, moderados, pero reales que existen en Galicia, los únicos que han aumentado durante el postglacial holoceno han sido los tsunamis, porque la subida del nivel del mar, continua desde hace 15.000 años, ha puesto en la mira del riesgo sísmico a toda la costa gallega que es, precisamente, la que registra el mayor número de asentamientos de población. Las estaciones sísmicas en varias localidades de la provincia, como Muros, Ferrol, Culleredo, Cambre y Sada, confirmaron la magnitud del evento. Convendría que Protección Civil tuviera en cuenta este hecho como ocurre con los riesgos asociados a los embalses hidroeléctricos.