Todo por el pueblo, pero sin el pueblo. Esta máxima resumía una corriente política que practicaron varios reyes europeos a finales del siglo XVIII y que nutrieron pensadores como Hobbes. Lo que ocurre ahora en Buño ha conseguido traer de nuevo a la actualidad un pensamiento absolutista que se podría creer superado, pero que, al parecer, sigue vigente. Una Mostra sin oleiros es un sinsentido por sí mismo y el daño que se hace al prestigio de la propia actividad y a su importancia patrimonial es enorme. Que el Concello y los artesanos no hayan podido trabajar juntos es un fracaso de ambas partes. A Maquiavelo, Churchill, Bismarck y Aristóteles se les atribuye la frase de que la política es el arte de lo posible. Esta vez está claro que no se ha ejercido.