El de Camariñas es el primer alijo de coca aprehendido en la Costa da Morte desde el 2009

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana García

En los últimos 25 años se decomisaron en la comarca 16 toneladas de cocaína

18 sep 2023 . Actualizado a las 17:48 h.

El alijo aprehendido el 30 de abril del 2006 en el arenal de A Barda fue, sin duda, uno de los más mediáticos de todos los efectuados por las fuerzas de seguridad en la Costa da Morte desde finales de los 80. Entre los involucrados se encontraba un hijastro de Laureano Oubiña, David Pérez. En aquel amplio operativo llevado a cabo durante un caluroso domingo en Corme se saldó con la intervención de tres potentes narcolanchas y la aprehensión de 2.000 kilos de cocaína (85 fardos), aunque la intención de los narcos era descargar 6.000 kilos en este tramo del litoral cormelán.

Pero esta mediática intervención policial no ha sido la última hasta la llevada a cabo esta misma semana por la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera en el puerto camariñán de Santa Mariña, y que se saldó con la detención de Brais Mariño Romero, de 26 años y vecino de Boiro, y la aprehensión de 1.340 kilos de cocaína repartidos en 45 fardos.

Las últimas exitosas actuaciones por parte de Aduanas, Policía Nacional y Guardia Civil en la comarca se remontan al 2009. El 11 de enero de aquel año, agentes del instituto armado frustraron en la playa muxiana de Arnela el desembarco de 122 fardos de droga valorados por aquel entonces en 120 millones de euros, un operativo que finalizó con el arresto de tres personas. Apenas tres meses después, el 5 de abril, fueron detenidos nueve marroquíes, acusados por aquel entonces de intentar introducir 4.600 kilos de hachís en Galicia a través del mismo arenal muxián. Desde entonces todo lo que hubo fueron varamientos de planeadoras y decomiso de embarcaciones que estaban listas y para su uso en operaciones relacionadas con el tráfico de estupefacientes a gran escala.

En enero del 2015 el Servicio de Vigilancia Aduanera intervino en el antiguo astillero cabanés de Roseva una planeadora camuflada bajo la apariencia de un pesquero que ocultaba unos potentes motores que sumaban dos mil caballos. Estaba preparada para alijar 1.500 kilos de cocaína procedentes de un barco, el Coral I, que fue interceptado a unas 650 millas al oeste de Cabo Verde.

El uso de pesqueros no es algo nuevo en la Costa da Morte. El Nuevo Furuno, con base en Camelle, es el último ejemplo del intento de los narcos de disfrazar su actividad ilícita. Es lo que sucedió el 19 de febrero del 2001 con el Abrente, un palangrero con base en el puerto de Camariñas que fue abordado en las proximidades de Vilagarcía con cinco mil kilos de cocaína en sus bodegas.

Entre los numerosos arrestados figuran también agentes de las fuerzas de seguridad. Como la del entonces sargento de la Guardia Civil de Corcubión José Álvarez-Otero en agosto del 2012 en relación al decomiso de 2.718 kilos de cocaína a bordo del SV Nikolay Varna, que la Policía Nacional interceptó a 50 millas de Cádiz. En marzo del 2018 ingresó en prisión por orden de la Audiencia Nacional para cumplir los 12 años a los que fue condenado.

Desde aquel año 2009 aparecieron media docena de planeadoras con la quilla al sol en la zona: Santa Mariña (la del municipio de Ponteceso), O Ézaro (Dumbría), Cabo Cee (Corcubión) o Nemiña (Muxía). A esta última, unos desconocidos le sustrajeron los cuatro potentes motores, de 300 caballos cada uno y un precio aproximado de 44.000 euros. La lancha estaba precintada y a disposición judicial en una nave que el Concello de Muxía posee en Os Muíños.

En los últimos 25 años se intervinieron doce planeadoras, un velero y cuatro pesqueros, con un balance de 16 toneladas de cocaína y 3,5 de hachís decomisadas.

Camariñas y Muxía continúan siendo los epicentros de las descargas en la Costa da Morte 

La Costa da Morte fue, es y continuará siendo escenario de descargas de droga. Su proximidad con el corredor marítimo de Fisterra, la escasez de medios de vigilancia y un sinuoso litoral convierten a esta comarca en un punto de referencia para los grandes grupos. Unos clanes que cuentan, sin duda, con un apoyo logístico en esta zona. Desde hace años las bandas de narcotraficantes locales juegan un papel clave en las labores operativas, de logística y de transporte. Ya no se hacen cargo de todo el proceso de distribución, pero sí de introducir la droga en Galicia para su posterior distribución. Eso sí, a cambio de un jugoso porcentaje del pastel, que ronda entre el 10 y el 15% del valor de la mercancía.

Existen siete puntos calientes en la Costa da Morte en lo que a descargas se refiere: Arnela, Os Muíños y Nemiña en Muxía; Arou y Santa Mariña, en Camariñas, y el entorno de A Barda y Corme en Ponteceso. También hubo alguna operación en el arenal de Aviño (Malpica).