Hugo Rodríguez, Chimpo: «Hay momentos para todo y creo que ya me toca retirarme»

Antón Lestón / F. RODRÍGUEZ

CARBALLO

basilio bello

Tras casi 30 años, dejará el balonmano al concluir este curso, en el que es el máximo goleador de la Primera Nacional

03 may 2024 . Actualizado a las 22:44 h.

«Cuando, a principio de temporada, les dije que iba a ser mi última temporada, les pedí por favor que no insistieran ni me intentaran convencer, porque ya es muy difícil para mí tomar esta decisión. Llevo toda la vida así, amo competir y no me gusta perder ni a las canicas, así que espero que me respeten, que por ahora lo están haciendo». Así explicó en Radiovoz Hugo Rodríguez, Chimpo (Carballo, 1987), cómo le comunicó al Balonmán Xiria que la presente sería su última temporada en activo.

«Hay momentos para todo y creo que llegó el mío, ya me toca retirarme», comentó. La decisión se hizo pública en diciembre y pilló por sorpresa a la gran mayoría. No solo por el amor de Chimpo por el balonmano, sino por su excelente forma física y su difícilmente mejorable rendimiento este curso. De hecho, el carballés es el máximo goleador del grupo de Primera Nacional con 185 goles en 22 partidos disputados, más de 8 en cada duelo. Un acierto que está siendo decisivo para la gran mejoría del Calvo Xiria, que ha sido el equipo de su vida. «Ya perdí la cuenta de las temporadas que llevo aquí, pero desde que empecé de pequeño, solo me perdí dos años en A Coruña», dice.

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Como muchos, Chimpo empezó jugando en el colegio Aleus, como una de las divisiones de la materia de gimnasia y se enganchó. «Yo siempre miraba para la portería contraria, jugué en muchas posiciones, pero siempre tuve ese colmillo, era lo que me gustaba», señala sobre el olfato goleador que ha mostrado durante su prolífica carrera. Una trayectoria en la que, pese al resultado final, destaca las fases de ascenso a la División de Honor Plata que disputó con el Calvo Xiria. «Sobre todo la que jugamos en Carballo. Además que siempre tuve la suerte de tener muy buenos grupos alrededor», recuerda.

Ahora, en cambio, tiene decidido que quiere dejar el balonmano a un lado: «Evidentemente estaré ahí para cualquier cosa que necesiten e iré a todos los partidos que pueda para apoyar, pero necesito desconectar y tener libres mis fines de semana. Llega una nueva etapa y me toca disfrutar de los hijos y la pareja».