La entidad ambiental apela al sentido común en los hogares
21 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con todos los alimentos que en 2022 se desperdiciaron en los hogares se habrían servido el equivalente a 1.000 millones de comidas cada día. Es un dato que proporciona la ONU y que arroja luz sobre una problemática en la que Sogama incidirá durante esta Semana Europea de la Prevención de Residuos, que se celebra hasta el domingo.
Para ello la entidad medioambiental ha editado la guía Faite responsable da túa cesta, con la que pretende concienciar sobre el impacto ambiental, económico, social y moral que tiene tirar comida al cubo de la basura. Apuntan que el mayor desperdicio se produce en los hogares, y es que si el 12 % de los residuos provienen del comercio minorista y el 28 %, de los proveedores de servicios alimentarios, el 60 % viene de las casas.
Entre las recomendaciones emitidas por Sogama en su guía educativa figuran acciones como planificar un menú semanal, redactar y ceñirse a una lista de la compra o calcular las porciones y cantidades exactas en función del número de comensales. En caso de sobrar comida, recomiendan también aprovecharla para otras recetas.
Asimismo, instan a los consumidores a no dejarse llevar por el apartado estético, ya que el hecho de que las verduras u hortalizas presenten imperfecciones no disminuye su valor nutricional. Asimismo, a la hora de organizar los ingredientes en la nevera o la despensa Sogama aconseja colocar los alimentos perecederos en un lugar visible para así consumirlos antes, como también los que tengan una fecha de caducidad más próxima. En este sentido, la entidad medioambiental también recuerda que la fecha de consumo preferente de un alimento no es la data a partir de la cual el producto puede ser perjudicial para el organismo, sino el momento en el que puede perder algunas de sus propiedades como la textura o el sabor. Un cambio que, en todo caso, no es perjudicial para la salud.
Por último, la sociedad medioambiental recuerda que las partes no aprovechables de los alimentos pueden emplearse en compostaje y así producir abono natural. La entidad tiene varios programas de este tipo en marcha e instalaciones específicas.